La cita tenía cierto morbo político, con el escándalo de la familia Pujol en las portadas de los medios de comunicación y el ministro Cristóbal Montoro compareciendo en el Congreso. Pero desde el palacio de la Moncloa no tardaron en advertir de que nada del presunto entramado se abordó en el despacho mantenido por Mariano Rajoy y Antoni Martí, su homólogo de Andorra, en el palacio de la Moncloa.
Las fuentes consultadas en el seno del gabinete fueron taxativas: el apellido Pujol no se escuchó en el encuentro entre ambos mandatarios. Al menos, así se quiso dejar de manifiesto oficialmente. Si bien, oficiosamente se recalcó: "todo lo que se haya tenido que abordar, ya se habrá abordado".
La reunión, arguyeron, estaba prevista antes de que surgiera el escándalo y estuvo centrada en las negociaciones para el convenio de doble imposición entre ambos países, cuya primera ronda técnica comenzará el próximo 22 de septiembre. Según una nota difundida por la Moncloa -de tan sólo una página-, Rajoy y Martí mostraron su disposición para conseguir que los contactos culminen con éxito "en un marco de cooperación y transparencia en materia fiscal". Si bien, reiteraron las fuentes consultadas, nada se dijo específicamente sobre Pujol.
En paralelo, el presidente español se ofreció para intentar lograr el pleno acceso de Andorra al mercado de la Unión Europea mientras que Martí le prometió su apoyo a la candidatura patria al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Tras el despacho no hubo comparecencia de prensa. La Moncloa también desveló que Rajoy visitará Andorra antes de final de año, convirtiéndose así en la primera visita oficial de un presidente de gobierno de España al Principado.