Rajoy no cierra la puerta a que Aguirre sea candidata por Madrid

Prácticamente nadie en el Partido Popular descarta a día de hoy que Esperanza Aguirre pueda convertirse en la candidata al Ayuntamiento de Madrid. Quienes hace unos meses mostraban sus reservas a esta opción por los constantes choques políticos con Mariano Rajoy empezaron a modular su opinión ya antes de verano. Y, en las tradicionales cenas estivales, esta sensación no ha hecho más que aumentar. Tanto, que la tesis mayoritaria -con o sin sondeos internos en la mano- es que ningún otro candidato popular tendría más opciones que Aguirre en las urnas.

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Todavía hay que cocinar más encuestas -cuando se designó a Alberto Ruiz Gallardón se hicieron hasta cinco- y elaborar análisis de todo tipo, pero la impresión en un importante sector tanto del Gobierno como de Génova es que Aguirre cosecharía el mayor número de votos -lo que no quiere decir que pudiera alcanzar la mayoría absoluta, si es que finalmente no se lleva a cabo la reforma electoral-. Las posibilidades de ganar se reducirían con el resto de posibles candidatos. Esto es, con Ana Botella -la vigente regidora-, Cristina Cifuentes o, incluso, Soraya Sáenz de Santamaría.

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En este contexto, y según coinciden varias fuentes consultadas por este diario, el presidente despachó hace pocos días con Aguirre. Un encuentro informal centrado en la situación que atraviesa el PP madrileño. "Todo parece indicar que la cita se produjo", en palabras del entorno de Rajoy, que no da más detalles. La decisión sobre la alcaldía no está tomada, precisan al más alto nivel, pero "ninguna" puerta está cerrada. Hace un año, declarados marianistas rechazaban prácticamente de plano la vuelta a la primera línea política de la que fuera presidenta de la Comunidad.

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El de Aguirre no es el único contacto que Rajoy está manteniendo para analizar la compleja situación en la plaza madrileña. Si bien, sus interlocutores auguran que no tardará tanto en decidirse como en otras ocasiones: los candidatos serán elegidos en los próximos meses, antes de que termine el año. La presión del PP de Madrid para que no se demore está siendo grande. Este diario ya informó de que Aguirre diría que "sí" al presidente, pero que el anuncio debía ser al inicio del curso político. Ignacio González, que espera ser la opción para el Gobierno regional que hoy preside, reclamó hace pocos días que el dedo divino se pose cuanto antes.

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"Será antes de diciembre", coinciden varias fuentes en privado. En todo caso, María Dolores de Cospedal afirmó en rueda de prensa que no hay plazos para la designación y, según uno de sus integrantes en conversación informal, la espinosa cuestión no se abordó en el Comité de Dirección de este lunes. "Aquí no hay vetos de ninguna manera, nunca los ha habido en el partido, lo que hay son congresos y propuestas en los congresos, en los que todo el mundo se puede presentar", destacó la secretaria general en una entrevista previa en Antena3.

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Cospedal animó a Aguirre a que dé un "paso al frente" y presente su candidatura, aunque las fuentes consultadas en el seno del Gobierno rechazan esa vía si antes no lo tiene todo bien atado con Rajoy. Los escépticos quisieron ver en las palabras de la número dos una "regañina" a Aguirre "por las filtraciones" y algunos cargos suelen rememorar estos días el caso de Francisco Álvarez Cascos: "creyó que iba a ser el candidato, habló de una marea que le apoyaba y luego Rajoy no le llamó". Se dio de baja del PP en plenas fiestas navideñas.

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Así, la crisis del PP madrileño pasó de las veladas estivales al primer plano político sólo un día después de que Rajoy diera por iniciado el curso. En Onda Cero, y por primera vez de forma tan clara, la vicepresidenta respondía a la cuestión, y tampoco ella cerraba puerta alguna. Reconoció que se barajan "todo tipo de nombres" y hay encuestas "y listillas" al tiempo que recalcó que está a lo que mande el jefe. "Los demás somos disciplinados y a lo que ellos decidan", dijo, en relación al Comité Electoral, que refrenda lo que ordena Rajoy.

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Sáenz de Santamaría está incluida como opción en los sondeos aunque la dirección nacional sigue viendo altamente improbable que Rajoy decida moverla. "Yo no apuesto, en ningún caso, por un movimiento de esa magnitud. El presidente confía en Soraya y la quiere en la vicepresidenta. Además, está demostrando que no quiere cambios en Moncloa: cuanto menos cambio, mejor", en opinión de un alto cargo.

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Mientras, Botella observa los movimientos sin desvelar sus intenciones. Asegura que hará "lo que sea mejor" para el partido y no se cansa en poner en valor su gestión durante una etapa muy difícil y con una herencia "envenenada" recibida de manos de Gallardón. Pero cada vez más cargos consideran que da por descontado que tendrá que dar un paso atrás y que lo hará sin hacer estridencias. La regidora, de momento, se dedica a "trabajar" –tal y como precisa su equipo- y cabe recordar que antes de las vacaciones puso encima de la mesa un plan de acción a corto y medio plazo.

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