La orden del presidente es clara: todo el partido se ha de implicar en la defensa de la elección directa de los alcaldes. En septiembre, el Gobierno presentará públicamente una reforma, que después intentará consensuar con el resto de fuerzas políticas. En paralelo, el PP presentará en todos los ayuntamientos una moción apoyando el proyecto.
La duda estriba en si Mariano Rajoy dará el paso, a pocos meses de las elecciones, de llevar a cabo los cambios en la ley electoral en caso de contar con el rechazo frontal de la oposición -y en especial del PSOE-. El nuevo líder de la oposición ya se ha mostrado en contra a pesar de que en esencia, y así lo ha recordado el propio presidente, el PP plantea lo mismo que su formación llevaba en el programa electoral.
Pese a los interrogantes que existen dentro del propio partido, el Gobierno asegura que ya está trabajando en los cambios legales. Así lo confirmó este mismo miércoles Antonio Beteta, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, en el marco de una reunión a puerta cerrada con importantes actores locales en Génova13. Tan relevantes que en la mesa estuvieron Ana Botella (Madrid), Rita Barberá (Valencia) e Iñigo de la Serna (el regidor de Santander, que también preside la FEMP). La alcaldesa de la ciudad del Turia mostró todo su apoyo a la reforma, a pesar del contexto.
En el despacho también participó Javier Arenas, de cuya vicesecretaría general de Política Autonómica y Local sale la moción que se presentará tras las vacaciones. El texto defenderá que la elección directa supone "una mejor gobernabilidad, de una mayor identificación del alcalde con los electores y de un reforzamiento del ayuntamiento como institución destinada a proporcionar servicios a los ciudadanos".
El jefe del Ejecutivo quiere contar con el PSOE, pero de momento no aclara qué hará si se encuentra con un ‘no’ inamovible. Algunos cargos del PP alertan, incluso, de la posibilidad de que la izquierda pudiera salir a la calle en forma de protesta. "Primero buscaremos el diálogo, luego ya veremos", resumen fuentes populares. Además de la elección directa de los alcaldes, Rajoy ya propuso un "debate" sobre el número de aforados y diputados. Incluso se podría plantear, por fin, la tan prometida como retrasada reforma del Senado.
La petición de Botella y Barberá
Por su parte, en la reunión de Génova, Botella sacó pecho por el superávit alcanzado en Madrid -Standard and Poor’s confirmó recientemente la calificación del ayuntamiento de ‘BBB’, revisando al alza el perfil de crédito independiente de la capital- e hizo piña con Barberá a la hora de exigir a Beteta fórmulas que les permitan un mayor margen de maniobra en materia económica.
En otras palabras, y según las fuentes consultadas, pidieron poder "gastar más" ahora que las cuentas están saneadas, cosa que la ley de estabilidad les impide. El enviado de Cristóbal Montoro escuchó las quejas de las regidoras, si bien no se plantearon soluciones concretas.