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Zarzalejos versus Zarzalejos

Javier Zarzalejos critica desde FAES el manifiesto federalista. Entre los firmantes, estaba su hermano José Antonio.

(i) Javier Zarzalejos, S. General de FAES | (d) José Antonio Zarzalejos, colaborador de la Vanguardia

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) ha publicado este viernes un análisis de urgencia sobre el manifiesto de la 'Tercera vía' que salió a modo de reacción al otro manifiesto firmado por decenas de intelectuales, entre otros el premio Nobel Mario Vargas Llosa, Albert Boadella, Félix de Azúa, Federico Jiménez Losantos, Carmen Iglesias y otro medio centenar de intelectuales, escritores y periodistas, encabezado por las palabras "Libres e Iguales".

El análisis, que ha corrido a cargo del secretario general de la FAES, Javier Zarzalejos, destaca algunos de los principales problemas que presenta el modelo federal en España. El mismo modelo que su hermano, José Antonio Zarzalejos, suscribe al firmar el manifiesto por la 'Tercera vía' presentado esta semana en el Círculo de Bellas Artes.

Dice el secretario general de FAES que "el grave problema" que presenta este sistema es que "se ha convertido en lo que en cada caso quieren que sea los que se proclaman federalistas". Así, distingue entre federalistas "coherentes y rigurosos" y aquellos que "lo utilizan como un concepto de goma que lo mismo sirve para etiquetar los argumentos más anacrónicos del historicismo jurídico que para argumentar a favor del destejer confederal del Estado".

En el manifiesto por la tercera vía, donde José Antonio Zarzalejos -hermano del secretario general de FAES, exdirector de ABC y colaborador de La Vanguardia- comparte firma con personajes como Nicolás Sartorius, Almudena Grandes o el exjuez Garzón, estos autodenominados intelectuales defienden por suscribir las demandas de Artur Mas y dar carta de naturaleza a los desafíos separatistas de los llamados nacionalismos periféricos.

El pequeño de los Zarzalejos, Javier, no cree que se pueda cambiar el Estado sin reformar la Constitución o que haya "razón alguna para pensar que esa pretendida fórmula de negociación tienta de ningún modo a Mariano Rajoy como un camino practicable". La "claridad de esta posición" queda reflejada, sigue el alto cargo de FAES, en "el énfasis de Rajoy" en que ningún presidente del Gobierno puede decidir sobre todos los españoles reuniéndose con Artur Mas.

Para Javier, esta 'tercera vía' consiste, según sus prescriptores -entre ellos su hermano José Antonio-, en hacer "desvanecer" el independentismo mediante la incorporación en "la Constitución de una Disposición Adicional en virtud de la cual Cataluña sea reconocida como nación, se blinde la competencia absoluta de la Generalidad en materia lingüística, cultural, educativa, y de organización territorial y se establezca una agencia tributaria catalana que, sin perjuicio de la capacidad normativa de la que dispone Cataluña, recaude todos los impuestos y ceda al Estado una 'cuota de solidaridad'".

Pero estos planteamientos generan dudas a Javier y lanza algunas preguntas al grupo de "no catalanes" que integra su hermano:

"¿Realmente incorporar una disposición adicional en la Constitución no es una reforma de ésta? ¿Alguien puede pensar que una disposición adicional puede afectar a la definición nacional de España (artículo 2 de la Constitución), a los derechos lingüísticos y educativos (artículo 3 y 27) o puede alterar el sistema constitucional de atribución de competencias para una sola Comunidad? ¿Alguien puede explicar qué hay de federal en esa fórmula? Pero la pregunta, en términos políticos, tal vez habría de ser otra: ¿si esto es un pacto, cuál es la contrapartida del nacionalismo catalán? Que algunos se pudieran quedar provisionalmente satisfechos, y de paso reivindicaran los logros de una estrategia de ruptura, no parece suficiente. Peor aún, sería una invitación a la reincidencia".

Los firmantes del contramanifiesto responden a esto afirmando que "deseamos formar parte de un mismo Estado, de una España y una UE federales". Además, permitiría, insisten, "reconocer la diversidad. Reconocimiento de las identidades diversas que forman nuestro país". Además, proponen crear una "Cámara territorial para que las comunidades participen en la gobernación de los problemas comunes". Eso sí, no hablan de disolver las cortes, convocar un referéndum y diseñar una nueva Constitución. Simplemente destacan que "ni el inmovilismo ni la ruptura son opciones válidas" e insta a ser "sensatos y audaces" para abordar "las reformas necesarias".

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