"Ya vamos tarde. Cuanto más retrase la decisión será peor para todos. Nos la jugamos nosotros, pero también él". La frase, de un alto cargo del PP Madrid, radiografía a grosso modo la situación de intranquilidad -de muchos nervios- que atraviesa la formación en su histórico feudo electoral. Reclaman a Mariano Rajoy que actúe "en el sentido que sea", y que lo haga sin demora. Y rememoran: la crisis más parecida a la actual -en víspera de las elecciones de 2003- se solucionó en julio del año anterior cuando José María Aznar mandó a Alberto Ruiz Gallardón a la alcaldía y a Esperanza Aguirre a la Comunidad.
Lo que ahora se pide, precisamente, es que no se retrase más allá del inicio del curso político la toma de decisiones. Esto es, que en septiembre "si no antes" se dé "una solución" al marco vigente para iniciar la precampaña "con las ideas claras y sin interrogantes". "Mariano no puede, porque sería un error garrafal, convertir Madrid en otra Andalucía", en voz de un destacado dirigente regional.
De hecho, varios dirigentes utilizan la elección de Juanma Moreno como ejemplo de aquello que nunca más se ha de repetir. El ruido, autorizado o no, "acabó por desgastar a los candidatos" y Moreno "llegó al poder en la peor circunstancia posible y a las puertas de unas elecciones europeas que han sido muy malas allí", según el diagnóstico del citado cargo autonómico.
Aguirre pide a Rajoy que decida
En Madrid, el partido llega a las vacaciones con muchas dudas y una evidente sensación de parálisis. "Así no se puede trabajar ni hacer una estrategia, y Rajoy tiene la llave para desatacar esta situación", analizan de forma mayoritaria en las estructuras a nivel local y regional. Este miércoles, Esperanza Aguirre reunía al Comité de Dirección y, al término, urgía a tomar decisiones: "los candidatos deben nominarse cuanto antes", emplazó sin titubeos al presidente. "Al PP de Madrid le corresponde proponer pero a quien le corresponde decidir es al Comité Electoral nacional", recordó, a modo de presión.
Aguirre, tal vez mejor que nadie, sabe que la formación necesita tener claros los números uno para ponerse a trabajar. Si bien, con independencia de ello, anunció que tras el verano "comenzaremos de verdad una campaña de movilización" centrada en el votante que en los comicios europeos se quedaron en casa. "Les explicaremos la importancia de seguir apoyando al PP", insistió, según informa Paloma Cuevas.
Coincidiendo con esa movilización, cargos locales y autonómicos entienden que para entonces "ya tendríamos que tener candidatos". Aunque desde la dirección nacional, a día de hoy, no dan señales de que el anuncio pudiera ser inminente y advierten de que la decisión podría demorarse hasta mediados de otoño. "La calle es muy sabia y los políticos tenemos que oír a la calle", afirmó al respecto hace ya unos meses María Dolores de Cospedal. "Elegiremos a la persona más apta para representar al partido" y "con posibilidades para ganar", añadió.
En otras palabras, en buena medida todo dependerá de las encuestas, en las que se incluirán distintos nombres para comprobar cuál es el que genera mayores simpatías en la opinión pública. El PP de Madrid asegura que aún no ha hecho ningún estudio más allá del análisis de las europeas, pero en los círculos populares son constantes los rumores de que se han hecho o están encargados. Incluso incluyendo la opción de Soraya Sáenz de Santamaría para el consistorio.
La opción de Aguirre para el consistorio
En todo caso, si un nombre se repite con insistencia es el de Esperanza Aguirre para la alcaldía. Algunos cargos lo ven negro si Rajoy no se lo pide: "O es Esperanza o perdemos. Él elige". Y reiteran que demorar la designación sólo restaría votos. También están los escépticos: "no veo al presidente pidiéndole ese favor a Esperanza". La mayoría cree que Aguirre diría que sí si en septiembre suena el teléfono.
En la terna sigue Ana Botella, la actual regidora. Le avala su gestión de la crisis económica pero, tras la campaña de las europeas, algunos observaron que los mítines no son lo suyo. Otros dos nombres suenan en el ámbito del poder madrileño: Cristina Cifuentes, como una alternativa real, y Lucía Figar, consejera a la que se le aplaude su labor institucional.
El pasado día 20, Rajoy reunió a los presidentes autonómicos y a la dirección en Moncloa para hacer un análisis distendido de la actualidad. Y, según la versión de varios asistentes, no se habló del tema de los candidatos que tanto interesa a Madrid, pero también a Valencia, Asturias o Navarra. Los dirigentes consultados por este diario opinan que el presidente podría hacer un cambio de cara pero en ningún caso dos: esto es, sacrificar a Botella o a Ignacio González. Y son mayoría quienes creen que González tiene más margen para seguir.
Mientras, la dirección nacional guarda silencio. Aunque incluso en Génova confiesan en privado que lo de Andalucía salió "mal" y no puede reeditarse. En las últimas semanas, Carlos Floriano -el número tres de la formación- se ha reunido con cargos regionales y locales para analizar la situación electoral. Y, desde este lunes, el propio Rajoy le ha dado una vuelta a la estrategia planteando cambios en la ley electoral -para que gobierne la lista más votada, algo muy importante para el PP en la capital- o una reducción de aforados, diputados autonómicos y municipios. "Todo eso está muy bien", dicen un parlamentario madrileño, "pero sin candidato no vamos a ninguna parte".