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La renuncia de la única candidata a sustituir a Navarro hunde al PSC

Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, anunció su renuncia minutos antes de comenzar el "consejo nacional".

Sus compañeros se han enterado por la prensa, ante la que minutos antes ha escenificado su renuncia preventiva a suceder a Pere Navarro como primera seretaria del PSC. Núria Parlon, la joven alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, ha declinado el ofrecimiento de sus compañeros de partido al igual que lo hiciera en el caso del PSOE Susana Diaz, la presidenta de la Junta de Andalucía. Pero con algunas diferencias. La más notable de ellas es que Parlon habría dicho primero que sí y después cambiado de opinión repentinamente, en la misma mañana del "consejo nacional". Otra de ellas es que la mayoría, por no decir, todos sus compañeros de partido se han enterado después que la prensa.

Mientras Pere Navarro desgranaba las razones de su renuncia ante los miembros del citado órgano de dirección de los socialistas catalanes, la alcaldesa y diputaba alegaba razones de agenda para renunciar al cargo. De esa manera, la crisis abierta tras el anuncio de dimisión de Navarro se ha agudizado con el paso atrás de Parlon. Ahora, los socialistas catalanes deberán elegir primer secretario el mismo día que se designará al secretario general del PSOE, el 13 de julio. Después se convocaría el congreso extraordinario del PSC para ratificar la elección de los militantes, alrededor del 18 de julio, pero nada es ya seguro en el PSC.

Una gestora presidida por el alcalde de Tarragona, José Félix Ballesteros, será la encargada de pilotar el partido hasta mediados de julio, en un ambiente de cerrado enfrentamiento y abierta hostilidad entre el sector separatista y los partidarios de mantener un perfil propio de carácter federalista. En su anuncio ante los medios, Parlon ha aludido a una supuesta "falta de tiempo" para compaginar la alcaldía, el parlamento autonómico y la dirección del PSC. Exactamente la misma razón utilizada previamente por el propio Ballesteros, por el alcalde de Lérida, Àngel Ros, y por la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, todos ellos con más experiencia política que Parlon.

Las tres negativas despejaron el camino de Parlon, cuya candidatura venía avalada por el dirigenge del PSC de Barcelona Jaume Collboni, la alcaldesa Marín y el alcalde de Granollers, Josep Mayoral, entre otros dirigentes. Sin embargo, el hecho de no disponer de un mínimo de libertad para marcar la línea del partido y renovar los cargos orgnánicos ha pesado más que la posibilidad de convertirse en la primera mujer líder del PSC y además, la más joven en llegar a ese puesto, pues no llega a los cuarenta años.

Su inesperada renuncia, puesto que la prensa de papel le dedicaba hoy amplios perfiles (vegetariana, practicante de esgrima y madre reciente), profundiza la crisis de un partido roto entre el sector secesionista, con amplio apoyo en las comarcas de interior, y la dirección, mayoritaria en la provincia de Barcelona y con los alcaldes de las ciudades más populosas de la periferia de la capital catalana.

El consejo extraordinario debía servir para cerrar cuanto antes la herida abierta por la dimisión de Navarro y presentarse en el congreso del PSOE con una dirección renovada, pero eso ya es imposible. El gesto de Parlon vuelve a poner sobre la mesa los nombres de la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, el diputado Miquel Iceta e incluso el del exministro de Trabajo Celestino Corbacho.

El PSC se encuentra al borde de una escisión. El sector separatista, con los diputados Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura al frente y el ex alcalde de Gerona, Joaquim Nadal en la recámara, se ha planteado tomar la senda emprendida por Ernest Maragall, que fundó un partido, Nova Esquerra Catalana, para incrustarse en la candidatura europea de ERC como número dos. El contexto en el PSC está marcado por una pérdida galopante de votos, puesto que en las pasadas europeas no superó los cuatrocientos mil votos, muy por debajo de su techo (1.600.000 en unas generales) y 34 puntos menos que en las europeas precedentes. La presión de ERC y la tensión generada por el proceso separatista han estrangulado a un partido cuyos alcaldes temen perder su puesto en las próximas elecciones y dudan entre abrazar el federalismo que preconizaba Navarro o sumarse a la teórica mayoría del derecho a decidir. Muchos dirigentes hablan sin reparos de la hipótesis de la refundación del partido o incluso su propia desaparición.

La "dimisión" preventiva de Parlon ilustra la crisis abierta en el seno del socialismo catalán por el enfrentamiento entre el sector soberanista, mayoritario fuera de Barcelona, y una dirección, más inclinada a no sumarse al plan separatista de Artur Mas y Oriol Junqueras. Carme Chacón no ha mostrado ningún interés en tomar las riendas del PSC, pese a que antes de irse a Miami se barajó su nombre como candidata a la presidencia de la Generalidad.

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