Era sin duda el mitin con más morbo de toda la campaña electoral socialista. El primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, quien aprobó el recorte de 50.000 millones a pensionistas y funcionarios en su país compartiendo cartel con la candidata socialista Elena Valenciano y el europeo Martín Cchulz que claman contra el "austericidio" de una Europa insolidaria que se ha cobrado con Francia "su última víctima", llegaron a decir en el PSOE.
Por ello, la invitación a Valls, que se vio como un suicidio para Elena Valenciano, ha terminado en una defensa de esos recortes "de izquierdas"-contra los que clama el PSOE al hablar de la derecha europea-, por parte de quien los ha ejecutado, el español que se siente francés, Manuel Valls. Es más, el primer ministro francés llegó incluso a decir que "Hemos iniciado reformas indispensables y debemos seguir con ellas. Ampliarlas", pero que "no se pueden llevar a cabo sin la justicia social" salvaguardando a los más débiles como ha hecho Francia.
"No se trata de austeridad", defendió Valls que pidió a los 3.500 militantes del auditorio que vean "las diferencias entre Francia y el resto de países de la Unión Europea, o la propia comisión".
Valenciano: "Gracias".
Mitin en el que ni Valenciano, ni Schulz, mencionaron una sola palabra de los recortes de sus compañeros franceses de quien dijo la candidata "son nuestros más amigos. Con los que tenemos que cambiar Europa. Gracias Manuel".
Sin ver invalidado su discurso por la presencia del socialista que actúa como conservador en Francia, Valenciano sentenció que "para recuperar Europa, la salida está en la izquierda, en cambiar el rumbo y que la izquierda gobierne en la UE" y no optar por el "camino desastroso el de los recortes a toda costa que solo han asfixiado a los países de la zona Euro".
Por ello, concluyó, "la derecha europea ha fracasado en lo económico porque no nos ha sacado del agujero la derecha económica. No puede serguir gobernando europa".