En septiembre iniciará su andadura un nuevo colegio en Parla, el Juan Pablo II que, como deja claro desde su propio nombre, es un centro católico. Por supuesto el colegio ha cumplido con todos los requisitos legales y cuenta con todos los permisos, incluso ha sido concertado por la Comunidad de Madrid dado que sería el único de confesión católica de la ciudad.
La propia Comunidad de Madrid explicaba en nota de prensa las razones para firmar dicho concierto: en Parla hay en estos momentos 29 centros educativos públicos y sólo dos concertados, que son los que más solicitudes registran y que tienen lista de espera.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Parla está haciendo todo lo posible para que el próximo curso el Juan Pablo II se quede sin alumnos y, por lo pronto, en plena campaña de matriculación ha forzado la retirada de la publicidad que la propietaria del centro, la Fundación Educatio Servanda, había contratado en vallas publicitarias y en el polémico tranvía de la ciudad.
El "visto bueno" del ayuntamiento
Para dar a conocer el nuevo colegio a los padres de Parla, la Fundación Educatio Servanda contrató una campaña publicitaria con soportes en la ciudad, eligiendo vayas publicitarias y el tristemente famoso tranvía de Tomás Gómez.
Sin embargo, y en plena época de matriculaciones, desde el ayuntamiento se ha maniobrado contra esta campaña publicitaria. En el caso del tranvía el consistorio obligó a su retirada amparándose en un requisito del contrato con la concesionaria.
Así, una vez retirada la publicidad y tras las quejas por el incumplimiento del contrato de la empresa que gestiona la publicidad de la Fundación Educatio Servanda, ésta recibió una carta de la directora de Comunicación y Prensa del ayuntamiento, Patricia Sánchez de Porras, que escribía a la empresa concesionaria del tranvía exigiendo la retirada de la publicidad porque la campaña no había "contado con el visto bueno de este Departamento de Comunicación", tal y como, según la misma carta, "se establece en el convenio entre el consistorio y la empresa concesionaria".
En conversación telefónica con la directora de este departamento y firmante de la carta, Patricia Sánchez de Porras, ha confirmado a Libertad Digital que la razón para la retirada es esa y que "toda la publicidad" que lleve el tranvía "tiene que contar con el OK" del ayuntamiento, cosa que en este caso no había ocurrido, algo "absolutamente excepcional".
¿Contrato o confusión?
Sin embargo, la propia Sánchez de Porras ha aludido también al otro motivo que se refleja en la citada carta: que el ayuntamiento ha recurrido la adjudicación de la parcela a la empresa que gestiona el colegio y que, por tanto, "publicitar un centro cuya construcción no es segura podría provocar confusión entre los vecinos y vecinas de la ciudad".
La directora de Comunicación y Prensa de Parla niega que el problema se deba a la filiación confesional del colegio: "No es porque sea católico o no católico", ha asegurado.
Tampoco en vallas municipales
El ayuntamiento también ha quitado la publicidad en cuatro vallas en las que el colegio se anunciaba y que estaban en suelo público -mientras se mantiene en otras ocho en suelo privado-. De nuevo el método ha sido conminar a la empresa concesionaria, Parla Sport 10 SL, con la que la Fundación Educatio Servanda había firmado el correspondiente contrato.
Desde Parla Sport 10 SL se advirtió a Espacio Publicidad, que gestionaba las inserciones de la Fundación Servanda, que el ayuntamiento les había pedido retirar las publicidades o procedería a retirarlas unilateralmente.