La ofensiva parlamenataria la lideraba Soraya Rodríguez, pero a la portavoz del PSOE no le ha salido bien hoy la sesión de control. Tras confundir la caja A del PP con la caja B, los sobresueldos legales con los ilegales, e insinuar por primera vez en sede parlamentaria que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría cobró 600.000 euros de sobresueldos, recibió el inesperado rejón de la vicepresidenta. Ésta aireó la cesantía que cobró Rodríguez, al inicio de la legislatura, tras abandonar la secretaría de Estado de Cooperación y Desarrollo. Sueldo que se sumaba a los 6.000 euros mensuales que percibe como portavoz en el Congreso.
"Eso... ya pero es que eso no... No tiene nada que ver. Yo he cobrado la cesantía durante muy pocos meses.... pero vamos... porque era una estipulación legal. Igual que la cobró Mariano Rajoy cuando dejó de ser ministro del Gobierno Aznar, ¿me entiende?", decía apurada, casi balbuceante, en los pasillos del Congreso.
"Rubalcaba renunció a ella...", le decía una periodista. "Rubalcaba renunció a ella pero lo quiero decir... que eso no es una contestación porque estamos hablando de sobresueldos...", zanjó Soraya Rodríguez tras intentar explicar de dónde salen los 600.000 euros que, supuestamente cobró la vicepresidenta en sobresueldos.
"Está publicado, en distintos medios de comunicación". ¿Pero es dinero negro?, le preguntaban insistentemente los periodistas. "No, yo eso no lo se. Eso lo tendrá que aclarar ella. Yo lo que digo es que esa cifra sale del PP. Hasta ahí, ¿estamos?".
Tras más de cinco minutos siendo interrogada por los periodistas en el pasillo de la cámara baja, la portavoz parlamentaria socialista explicaba que su 'reflexión' es la siguiente: "lo que yo me pregunto es: si la existencia de esa caja, esa cantidad enorme de dinero negro que se movía en el PP, ¿hubiera sido posible que numerosos dirigentes hubieran nutrido sus cuentas de sobresueldos? Yo no lo se, pero es una explicación que deberían dar. Las cosas están claras eh... que den información".
Un digo pero no digo que, esta vez, no le ha valido a la portavoz del PSOE, a quien varios periodistas recriminaban que estuviera insinuando "sin fundamento".