La llamada, aducen, llegó demasiado tarde. Y la brecha, lejos de cerrarse, parece aumentar a juicio de los comentarios que se hacen en privado. Aunque desde Génova se aseguró no tener constancia, José María Aznar no cambiará su agenda ya cerrada hace días y que le llevará al extranjero en el periodo de campaña. Esto es, no participará en los mítines del PP.
La versión de la dirección nacional es que se pusieron en contacto con él cuando tocaba. Primero, se cerró la agenda del presidente, la secretaria general y el candidato y, después, tocaba el turno del resto de líderes. "No ha habido rectificación, se le ha llamado cuando correspondía", en voz de un portavoz autorizado. El lunes por la tarde, con la irrupción de Aznar en todas las portadas, Carlos Floriano se ponía en contacto con FAES para tratar de conciliar posturas. Y ya por la noche, Esteban González Pons llegaba a proclamar: "Estoy en condiciones de decirle que el presidente Aznar participará en la campaña".
Desde FAES se recogía la invitación, pero no se confirmaba la asistencia. Tanto es así que, tras las palabras de Pons, un alto cargo de Génova admitía que no se había cerrado ningún acto, aunque se barajaban posibilidades. Pero ya no había retorno y las palabras de Aznar mantenían toda validez: "Yo voy donde me invitan. Donde no me invitan, no puedo estar", decía en declaraciones a este diario el lunes a medio día. "Y nada más, a otra cosa", sentenció. Y nada había ya el martes: "Le hubiera gustado estar pero no ha podido ser, el tema está concluido".
Y está "concluido", argumentan desde su entorno, porque las cosas se han hecho mal por parte del PP. La agenda de Aznar es complicada y se diseña con bastante tiempo de antelación, explican. Y "nadie, absolutamente nadie" llamó a FAES hasta el lunes por la tarde, cuando Floriano se puso en contacto con Javier Zarzalejos, el secretario general de la Fundación. Una llamada después de una jornada aciaga para el partido, con todo el mundo hablando del distanciamiento entre Aznar y Mariano Rajoy y con algunas voces dentro del partido alertando de las consecuencias de la situación.
"Tenía que cerrar la agenda y nadie llamó. Ahora es imposible", zanjaron las fuentes consultadas. Aznar estará de gira internacional, y punto. En Génova, hay opiniones contrapuestas: están quienes creen que se debería de haber actuado más rápido para que su presencia fuera un hecho y otros que, en cambio, se quejan de que el expresidente ha buscado "el lío" y "llamar la atención".
Sea como fuere,Aznar no pedirá el voto para el partido del que es presidente de honor por primera vez. "Por supuesto", inciden sus próximos, tampoco lo hará por ninguna otra formación, en relación a Vox y a la invitación de Alejo Vidal Quadras.