Luis Herrero profundiza con Javier Urra, psicólogo forense de la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid, en el anteproyecto de Ley de Protección de la Infancia que ha sido aprobado, este viernes, por el Consejo de Ministros y cuyo contenido se trata de un conjunto de deberes de los menores de edad en España.
Javier Urra ha afirmado que está "en su conjunto a favor" y ha señalado que por ejemplo le "parece corriente que, una persona que haya cometido un hecho que está tipificado como un delito contra la libertad sexual o haya explotado a un menor no pueda trabajar luego en un campamento o un colegio".
El psicólogo forense se ha referido como novedad al hecho de que "los menores no de tres años no estén en centros públicos sino en familia acogedoras" y se ha referido a otras cuestiones positivas como que "el niño víctima de abusos sexuales no tenga que comparecer varias veces en un juzgado sino que se desplace el juez, el secretario judicial, el abogado" se realice una grabación y que "esa primera imagen sirva en el foro para que no se vuelva a testificar".
En el campo de la adopción abierta, ha defendido que el hecho de que el hijo tenga contacto con la familia biológica tiene "pros y contras" ya que "cuando una familia biológica, mayoritariamente, se le retira el niño para adopción es porque esos padres, por estar encausados en problemas legales, por patologías de droga.., están incapacitados" por lo que "habrá que tener mucho cuidado con que no reste capacidad de decisión a quienes son de hecho sus padres que son los que adoptan". Además, se ha referido a los casos de inseminación artificial o a los "llamados vientres de alquiler" afirmando que "hay situaciones que chocan contra la propia legislación".
En esta línea, Javier Urra ha hablado del caso de los menores víctimas de la violencia doméstica ya que tiene "miedo a que haya denuncias falsas, que son pocas, y el niño se le entregue a la madre y el padre quede aislado". "Hay que legislar en esa línea pero tiene riesgos", sentenció.
El experto también ha hecho alusión al exceso de regulación y a los criterios demasiado generales como interés superior del niño, promover el máximo bienestar posible de los niños y las niñas como padre… y ha afirmado que "es subjetivo". En este sentido, ha señalado que "el gobierno británico planteado formalmente que las familias que no den besos suficientes a los niños pueden ser sancionados o incluso separados de sus hijos" y ha defendido que "ser padre de los padres es un gran error, pero que la legislación hace bien en intentar promover la protección de la infancia".
Respeto a la pretensión de regular por ley que el niño haga los deberes, ayude en casa… ha comentado que "al final nos ponemos estupendos haciendo leyes porque somos incapaces de cambiar a las personas y mejorar los criterios de sentido común".
Por otra parte, el psicólogo ha defendido una discrecionalidad al tutor, y ha dicho que "nos hace falta retomar un criterio de lo que es la autoridad que es el profesor, el padre…" y se ha referido a los enfrentamientos con la policía afirmando que "todo lo que genera una gran dificultad para educar". "Creo que hay que dar pocas leyes y que se cumplan", ha opinado.
Por último, el psicólogo forense de la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid ha defendido que "estamos en una sociedad que es todo imagen norma, quizá porque una gran parte de la sociedad no es adulta, no se responsabiliza… todo el mundo quiere protocolos". "Al legislador se le va la mano y fórmula más opinión, ideario, que realmente cosas que se puedan verificar", ha sentenciado.