El Partido Popular pasa al ataque. Sin contemplaciones. María Dolores de Cospedal agitó todos los miedos y recordó la herencia de quienes gobernaban España la legislatura pasada. Su veredicto fue demoledor: "Son sinónimo de crisis, de quiebra, de facturas sin pagar, de caos y de retroceso, por eso no les echamos de menos", proclamó en el inicio de una Intermunicipal llamada a proclamar a un candidato que aún no existe. "No estoy encima del tema", llegó a decir Mariano Rajoy en la víspera.
La número dos del partido, en un calculado silencio en las últimas semanas, restó importancia al hecho de que aún no se tenga un candidato al que proclamar: "Va a salir de aquí, del PP, que tiene mucha gente, grandes valores y una suerte enorme. Un magnífico banquillo", defendió con una sonrisa. Esto es, intentó rebajar la tensión interna, después de que la propia dirección nacional esperara que para este acto el nombre ya estuviera en todos los medios.
Nadal: "Le estamos dando la vuelta"
Dicho esto, Cospedal entró en un cuerpo a cuerpo con el PSOE. Estamos en precampaña. "Se les llena la boca de dar lecciones", se quejó, no sin echar la vista atrás para recordar cómo dejaron la situación económica del país. "Desaceleración, ¿os acordáis de la deseleración", se jactó. "Nosotros hemos llamado a las cosas por su nombre", afirmó, no sin recalcar que la tendencia está cambiando. "Le estamos dando la vuelta a esto", se sumó Álvaro Nadal, el responsable de la Oficina Económica de la Moncloa, que no suele prodigarse en actos de partido.
En su crítica también incluyó a las pequeñas formaciones, si bien no citó ninguna en concreta. Así, se revolvió frente a los partidos "personalistas", en referencia a UPyD, Ciudadanas o Vox. También arremetió contra los antisistema que "hacen de la algarada y la confrontación su forma de hacer política".
Si bien, los mayores golpes fueron destinados al PSOE. Y, a falta de candidato, evitó referirse a Elena Valenciano para subir de escalón y replicar a Alfredo Pérez Rubalcaba. "Hace cuatro años decía que toda la culpa era de Europa, ahora resulta que todo lo bueno es de Europa", lamentó. "Los del buen rollo", tiró de ironía, contraponiendo la figura del jefe de la oposición con la de Rajoy, que ya se prepara para un intenso periplo electoral.