Los nuevos tiempos parecen haber llegado a El País incluso antes del desembarco en la dirección de Antonio Caño, o al menos eso se podría pensar al leer el artículo que publica este sábado el diario de Prisa sobre la política lingüística de la Generalidad.
El texto se titula "¿Quién pone en riesgo el catalán?" y lo firma Mercè Vilarrubias, catedrática de lengua inglesa en una escuela oficial de idiomas de Barcelona, que inicia su artículo contando la anécdota de un amigo suyo británico que se apuntó a clases de catalán organizadas por la Generalidad y vio como la profesora le exigía a los alumnos "que dejaran de mencionar el español".
La conclusión del británico, además de dejar su aprendizaje asqueado, es que en las clases de "la Generalidad no se enseña la lengua de la manera más adecuada para los alumnos sino que se hace política".
La autora considera que no se trata de una anécdota aislada sino que es "ilustrativa de lo que sucede en Cataluña desde hace muchos años". La conclusión es evidente: "La Generalidad y las instituciones de promoción del catalán nos dicen a menudo que el catalán está en peligro y es una lengua amenazada. Efectivamente, pero el peligro no proviene de un enemigo externo. Más bien, los hechos muestran que son ellos mismos los que lo ponen en riesgo al politizarlo y enfrentarlo al politizarlo y enfrentarlo constantemente a lo español". La autora recalca que "es una política que busca vencer más que convencer".
Vilarrubias explica también, en referencia al monolingüismo forzado desde la Generalidad y a su incumplimiento de las sentencias judiciales al respecto que "introducir una asignatura en español para lograr un mejor aprendizaje de esta lengua no puede considerarse, claramente, ningún ataque al catalán, a no ser uno se mueva por intereses políticos".