José María Aznar se pone el mono de trabajo para rebatir las teorías del secesionismo. La Fundación FAES, que dirige, refuerza una campaña que arrancó a finales de 2012, cuando presentó en Barcelona un informe de más de 90 páginas para desmontar el denominado expolio fiscal. Y, desde entonces, aseguran que no han parado. "El Gobierno debe contar con el apoyo de todos. Un apoyo que quiero afirmar con claridad", afirma el expresidente, que en su última referencia sobre Cataluña denunció una "estrategia de destrucción frontal e ilegal" de Artur Mas.
El laboratorio de ideas del PP está trabajando en varios frentes. El principal, distribuyendo de forma masiva sus "20 preguntas con respuesta" sobre el desafío separatista. Ya se han impreso 8.000 ejemplares en español, inglés y también en catalán y se han distribuido por embajadas, gobiernos autonómicos y organismos jurídicos y civiles. "Está teniendo muy buena aceptación", aseguran los encargados del estudio, entre los que se encuentran Ignacio Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo.
En paralelo, desde FAES siguen con una labor discreta pero "importante" sobre el terreno. Tal y como avanzó este diario, se están celebrando seminarios en Barcelona en los que participan actores de la sociedad civil. De ahí que no se den muchos detalles. La idea de los mismos es responder con datos "económicos, históricos y sociales" a las "realidades" que trata de imponer la Generalidad.
Precisamente, en la ciudad condal se celebrará uno de los actos más potentes de la Fundación -en colaboración con ESADE- en los próximos meses: será un seminario sobre derechos humanos a partir del cinco de marzo. Y en él estarán desde el citado Astarloa hasta Javier Zarzalejos, secretario general de FAES.
Antes de abril también estará listo un libro académico con el que plantar cara a Mas. En él, se recogerán estudios monográficos sobre procesos separatistas y, de nuevo, se incluirán claves políticas, económicas, culturales e históricas. Llaman a la ruptura "apelando a motivos banales y a fabricaciones históricas vergonzosas, al peor populismo en versión nacionalista y a la manipulación sentimental", denuncia Aznar, que de momento no tiene previsto ir a Cataluña.