Apenas 35 minutos duró el supuesto debate de la reforma de la ley Orgánica del Poder Judicial relativa a la justicia universal. Un trámite de urgencia, en apenas un día y por lectura única, que puso de acuerdo a todos los grupos del arco parlamentario en la oposición, indignados por considerar que la reforma de una ley orgánica no puede realizarse por el trámite de urgencia "porque incumple el reglamento de la cámara baja".
Uno a uno, todos los portavoces de la oposición, se negaron a participar y a votar en este debate en señal de protesta. Campaña de votos caídos, que dejó un insólito panel de votaciones en el que sólo se encendieron las luces verdes de la oposición, y con un mantra común "no vamos a participar en esta farsa".
La estampida, que ya se había anunciado por el grupo de la Izquierda Plural que incluso se ausentó del Hemiciclo, recibió la crítica unánime contra un PP que, según Gaspar Llamazares "deja al Congreso no tiene voz. Tiene una lectura única, un pensamiento único, una tramitación urgente. Mi grupo parlamentario no va a participar ni siquiera de cuerpo presente". Críticas a las que se sumaron los portavoces del grupo MIxto. Desde Compromís, Joan Baldoví: "Esta farsa y esta manera infame de entender la política como un guiñol". Desde el BNG, Isabel Davila: "Un claro ejemplo de la soberbia y la prepotencia del grupo mayoritario"; y desde ERC, Joan Tardá: "Es una vergüenza y una farsa. Y quien provoca farsa, tiene un nombre".
No quedaron al margen los grupos mayoritarios de la oposición. Uno de los más críticos, el portavoz del PNV, Aitor Esteban denunciando "la ruptura del reglamento del Congreso" por parte del PP. Algo que para la diputada del PP, Irene Lozano, "No les va a salir gratis señores del PP, nosotros tampoco vamos a participar de esta farsa".
Incluso el PSOE se ha unido a la iniciativa de votos caídos en el Congreso: "Por no respetarse los derechos de los parlamentarios y los procedimientos establecidos, el grupo socialista no va a participar en esta farsa y no va a votar", anunció el portavoz de Justicia, Julio Villarubia, quien mantuvo un encontronazo posterior con el portavoz popular Leopoldo Barreda que calificó lo sucedido como "filibusterimo parlamentario" y "teatro de la oposición", que, a su juicio, ignora la doctrina del Tribunal Constitucional al respecto.
Al término del pleno, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, intentó restar importancia a lo ocurrido: "Me ha parecido que es la respuesta parlamentaria a una iniciativa de un grupo. Y yo creo que tanta legitimidad tienen los grupos de la oposición para presentar proposiciones de ley como la tiene el grupo mayoritario. Muchas Gracias".