El PSOE vuelve a no aclararse. Tras la ofensiva parlamentaria del su grupo parlamentario en el Congreso y Senado, donde ayer se acusó al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de "no respetar los derechos humanos", los socialistas se vuelven a partir en dos.
De un lado, la base del grupo parlamentario y algunos miembros de su dirección creen que ha llegado el momento de sumarse a IU y pedir la dimisión del titular de Interior. De otro, Alfredo Pérez Rubalcaba, se resiste a hacerlo porque "conoce bien el ministerio del Interior", alegan fuentes socialistas.
Discrepancias a las que se ha referido la portavoz socialista Soraya Rodríguez fijando la posición común, que no compartida, por todo el PSOE: "Nosotros no vamos a apoyar hoy la petición de dimisión del ministro del Interior porque lo que estamos ahora mismo pidiendo son las cinco horas de grabación". Pero al tiempo añade: "Si las cosas son como parecen, el ministro del Interior tendrá que dimitir".
Un sí pero no en el que se mueve un PSOE en el que ahora mismo la duda es si habrá ruptura de la disciplina de voto en moción de IU sobre Ceuta que pretende reprobar al ministro del Interior. La portavoz parlamentaria asegura que "por supuesto" que habrá unidad de voto en el PSOE, a pesar de que muchos consideran que hay que sumarse a la beligerancia de sus colegas del arco parlamentario de izquierdas, la Izquierda Plural.