Fue claramente el pistoletazo de salida de su campaña. La intervención de la flamante candidata a las elecciones europeas por el PSOE, Elena Valenciano, sirvió de anticipo de lo que serán sus ejes de campaña: centralizar en el aborto el máximo exponente del recorte de libertades del Gobierno del PP.
En un discurso con constantes ataques contra la moral católica, la vicesecretaria general del PSOE denunció la fórmula en la que el Ejecutivo pretende reducir el número de abortos en España: "La castidad no parece una propuesta que goce de muchos seguidores". Defendió la "educación sexual en los colegios, y no catecismos" "Información, no represión".
Algo que enmarcó en la libertad de las diputadas del PP que, a su juicio, no tienen a la hora de votar, y en el debate interno del PP sobre el aborto: "Si tienen un problema en su partido, las mujeres no deberían ser la moneda de cambio".
Por ello, y pese a la votación secreta, les animó a ser libres: "No es su verdad la que nos hace libres sino la libertad. Con todo el respeto que merece el adversario, apelo a las diputadas del PP. Para que no voten como diputadas lo que no votarían como mujeres. ¡Sean libres y déjenos ser libres!".
La respuesta de su grupo también fue un anticipo: ovación cerrada, en pie y euforia de cara a la campaña electoral de las europeas.