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Sólo un diputado del Grupo Mixto y seis de Unió apoyarán al PP en la votación del aborto

La oposición pretende fracturar al PP a través de una votación secreta. Alfonso Alonso asegura que "el PP no se va a romper".

Será, sin duda, el plato fuerte de la jornada parlamentaria. La votación sobre la ley del aborto. No sobre el anteproyecto de ley del Ejecutivo sino sobre la proposición no de ley con la que el PSOE exige su retirada, a pesar de que la iniciativa -todavía en anteproyecto-, no tiene aún la consideración de ley puesto que no ha recibido la luz verde del Consejo de Ministros.

A pesar de ello, prácticamente todos los grupos de la oposición piden que se retire. PSOE, IU, UPyD, PNV, ERC y demás formaciones del grupo Mixto salvo uno: Carlos Salvador de UPN. Foro Asturias se abstiene. Y se hará con toda la pompa parlamentaria: con votación secreta y en urna, como la elección de los vocales del CGPJ o los miembros de la Comisión de Secretos Oficiales.

El apoyo al Ejecutivo, para permitir que siga adelante el trámite parlamentario, se completará con seis diputados del grupo de CIU, dividido entre el rechazo de los diez diputados convergentes y el apoyo gubernamental de los seis parlamentarios de Unió, entre ellos su portavoz, Josep Antoni Durán i LLeida, y su adjunto, Josep Sánchez Llibre, según fuentes del grupo en el Congreso.

Por lo demás, el rechazo será frontal entre los grupos. Entre otros motivos porque los grupos pretenden que haya fisuras en el seno del grupo popular, gracias a la votación secreta que solicita el PSOE y que garantiza el anonimato de sus miembros. Según dijo en los pasillos del Congreso el número dos del grupo socialista, Eduardo Madina: "Estamos ante una ley que sólo defiende el PP frente al resto del mundo. Y vamos a intentar que en el voto de esta noche, diputada a diputada, diputado a diputado, cada uno vote en conciencia. Y yo quiero ver lo que vota cada uno".

De esta forma, la fórmula de la votación secreta no parece la mejor para que los diputados del PP se retraten. Tampoco lo es desde el punto de vista de la transparencia, en palabras de Rosa Díez, portavoz de UPyD. "¿Tenemos los diputados el derecho a ocultar a los ciudadanos lo que votamos en temas tan sensibles? Yo creo que no. los ciudadanos tienen derecho a saber lo que votamos".

Por contra, la fórmula sí es válida para el resto de la oposición cuyo fin no está cuestionado por el medio. "Veremos un buen barómetro de la pulsión interna del PP", dijo el portavoz republicano Alfred Bosch. "Voces discrepantes sí ha habido en los medios de comunicación. Quizás eso se pueda transformar en algunos votos inesperados", añadió Aitor Esteban, por el PNV. Los más críticos, como es costumbre, los portavoces de la Izquierda Plural. "Allá cada cual con su conciencia", dijo José Luis Centella, "pero lo que está claro es que el PP ya está quebrado públicamente en este tema". Su compañero por la filial catalana ICV, Joan Coscubiela completó: "no nos preocupa mucho si el PP se quiebra internamente o no. Lo que nos interesa es que sus diputados no quiebren la libertad de las mujeres y sus derechos".

Por el grupo proponente, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a insistir en que "El PSOE no vamos a parar hasta que retiren la ley. Es el planteamiento de esta tarde". Avanzó que continuarán con las iniciativas y actividades en los parlamentos: el europeo, el Congreso y el Senado para frenar "el ataque de la derecha y de la extrema derecha, y de la derecha que complace a la extrema derecha, contra la libertad de las mujeres".

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