La intención de CIU, ERC e ICV de colar el debate catalán en el Congreso llega hasta el punto de hacer de él uno de los puntos centrales del debate del Consejo Europeo. En pleno extraordinario que se celebra para debatir sus conclusiones, los nacionalistas catalanes, los mismos que van a presentar una proposición de ley conjunta para adelantar al mes de marzo el debate de la consulta en el Congreso, introdujeron con calzador "la cuestión catalana" en sus intervenciones en la tribuna de oradores.
El primero fue el portavoz adjunto de CIU, Josep Sánchez LLibre, para quien "la cuestión catalana no es ningún bluff, no es una cuestión etérea. Es una realidad". Por ello pidió al presidente no minusvalorar la consulta soberanista, "política en mayúsculas y, más que nunca, diálogo. Necesitamos que esté a la altura de las circunstancias. Está en sus manos, señor presidente".
También se sumó el representante de ICV en el grupo de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, quien denunció la doble vara de medir en la reforma constitucional: "La soberanía española continúa secuestrada. Le negaron el decidir sobre la reforma del artículo 135 de la Constitución Española, y que hoy nos niegan a los ciudadanos catalanes para decidir sobre nuestro futuro político. Es curioso el concepto que tienen ustedes sobre soberanía".
El más colorista fue el republicano Alfred Bosch que comenzó preguntándole a Rajoy: "¿Ya les ha contado a sus socios europeos que tiene un plan? ¿Y que ese plan es secreto". Espero "que no sea el plan de siempre" que es decir que "No a todo", al se le podría sumar "la intención de expulsar a Cataluña de la Unión Europea". Y añadió calificando ese plan secreto: "¡vaya plan! En términos académicos, podríamos decir que es un plan bastante chungo".
Bosch añadió, por contra, que "nosotros tenemos un plan para responder al pueblo catalán. Tratarlos como adultos para construir una nación libre, justa, y limpia. Y si se lo quiere contar a sus socios europeos, dígales que el próximo 9 de noviembre votaremos sobre nuestro futuro".
Primero, la réplica de Díez
La primera réplica la encontraron en la portavoz de UPyD, Rosa Díez, quien, veladamente, denunció "todos los populistas banales, esos que nos ofrecen soluciones fáciles a problemas complejos y nos proponen la vuelta a las fronteras, a los recelos y a los odios".
En otras palabras, "esos populismos que nos llevarían al territorio donde acabarían anidando las más clamorosas injusticias y las peores violencias".
Después, llegó la respuesta de Rajoy
En su última intervención, y tras las quejas de Llibre -"¡Ni una palabra sobre Cataluña, es inconcebible!", espetó- llegó la respuesta del presidente sobre la amenaza separatista. Excusó su silencio porque "no era el momento de tener el debate", habida cuenta de que Cataluña no ocupó ni un minuto en el último Consejo Europeo. Si bien, utilizando como gancho las instituciones comunitarias, instó al representante de CiU a que "explique" a los ciudadanos lo que dice la UE sobre una hipotética ruptura de España.
"Lo que no se puede hacer es decir a la gente lo que no hay", sentenció Mariano Rajoy. El pasado viernes, José Manuel Durao Barroso reiteró en la Moncloa que una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de los tratados. "Es el derecho a estar bien informado", añadió el jefe del Ejecutivo, que deslizó que la Generalidad miente a los catalanes con su plan rupturista.