María Dolores de Cospedal quiso despejar la "posible decepción" de las bases asegurando "alto y claro" que no existe cambio alguno en la política antiterrorista del Ejecutivo. "El Gobierno, de ninguna manera, ni negocia ni va a negociar con ETA, y lo dejo otra vez así de claro", afirmó en una comparecencia prácticamente monopolizada por el nacimiento de Vox y el hecho de que José Antonio Ortega Lara esté entre sus promotores.
"Es la misma política antiterrorista de siempre, y cualquiera que piense o diga lo contrario o se equivoca o está faltando a la verdad o está mintiendo", aseguró sin atisbo de tibieza. Una respuesta con la que de facto venía a rechazar uno de los principales argumentos del nuevo partido, según el cual el Gobierno no es firme en la lucha contra los terroristas y ha dejado de lado a las víctimas.
Por su puesto, la número dos del PP hizo una reflexión general y no se centró en Vox; siglas que no mencionó en ningún caso. Le preguntaron en concreto si teme una pérdida de votos por la irrupción de la formación de Santiago Abascal. "El PP tiene que hacer aquello a lo que se comprometió, que es salvar a España de la quiebra. Otros no tienen responsabilidades y es más fácil hablar", contestó poniendo en cuarentena que mucho de lo que prometen se pueda realmente cumplir. Este mismo fin de semana, en un artículo escrito para este diario, ya defendió el proyecto "vivo, reformista y liberal" de Mariano Rajoy frente a "personalismos" y "aspiraciones de corto aliento".
Oficialmente, la dirección nacional niega que Vox pueda hacerles un daño grave electoralmente. Aún más, deslizan que los mayores afectados serán Ciudadanos y UPyD y, por ello, rechazan que su nacimiento dé alas a la candidatura de Jaime Mayor Oreja al Parlamento europeo. Pero, pese a ello, se prepara ya una convención nacional -que se celebrará en Valladolid a finales de mes- centrada en la unidad de España y que contará con un homenaje a las víctimas; reforzando, así, el mensaje de que el actual sigue siendo el mismo PP de siempre.
"Respeto" a Ortega Lara
Inquietud o no, Vox ocupó buena parte de la comparecencia posterior al Comité de Dirección. Previamente, Esperanza Aguirre había abogado por "tender puentes" y atraer de nuevo a Ortega Lara, un "valor incalculable" por haber permanecido firme "ante la amenaza de ETA de matarlo si no se trasladaban presos al País Vasco". De las palabras de Cospedal no se puede desprender, ni mucho menos, un posible acercamiento, pero sí que elogió claramente su figura más allá de "por ser un símbolo en la lucha contra ETA".
"Siempre ha sido, es y será una figura muy respetada, querida y admirada en el PP", zanjó sin medias tintas. Así se lo "merece", quiso enfatizar, a pesar de que algunos cargos -como Iñaki Oyarzábal- le hayan situado "mucho más a la derecha" de su formación. "Se la actitud que sea, merece ser respetado por su figura y siempre lo será", destacó, y así lo reiteró una segunda vez al ser repreguntada por la cuestión.
Si bien, para el partido del Gobierno, lo importante es que España empieza a ver la luz al final del túnel y lo está consiguiendo gracias a las reformas de Rajoy. "No es lo mismo gobernar que no gobernar", volvió a responder Cospedal a las críticas de quienes hasta no hace mucho eran del PP. "Cuando se tienen responsabilidades es más difícil hablar y tomar decisiones, que a veces no son las más gratas, pero son a las que obliga el interés general del país", sentenció.