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El partido de Abascal y Ortega Lara ¿cuestión de días?

Las próximas semanas serán decisivas para la creación de una alternativa nacional a los partidos que ya preparan sus listas para las europeas.

Santiago Abascal, presidente de la fundación DENAES, en la cencentración de víctimas contra la doctrina Parot | LD

En las próximas semanas se despejará una de las incógnitas políticas con las que despedimos el 2013: si se constituirá un nuevo partido de centro-derecha, de espíritu liberal, que tendría su bautismo de fuego en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo. Un partido del que formarían parte exdirigentes del PP como Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara, y otros como Alejo Vidal-Quadras que, aún dentro de la formación, no disimulan su descontento por muchos aspectos de la política de Mariano Rajoy.

Un partido -el que podría estar gestándose durante estos días- que no sería antieuropeo como otros que van surgiendo en todo el continente. Tampoco se situaría a la derecha del PP. Además, una de las características que otras formaciones de reciente creación llevan a gala, la transversalidad, no sería una baza de este nuevo partido en ciernes. Entre quienes desean que este proyecto llegue a buen puerto, no falta quien valora positivamente la irrupción de UpyD o Ciudadanos y su transversalidad. También consideran que en estas jóvenes formaciones los silencios esconden más faltas que virtudes lo que dicen. Y esto por lo que se refiere a cuestiones como el aborto, pero también a la cuestión nacional. Y es que el discurso recentralizador de la nueva formación es lo que les haría verdaderamente únicos.

Para muchos será un partido de extrema derecha, aunque ese calificativo se ha vertido sobre mucha gente en España, incluida Rosa Díez. Pero simplemente será otro partido de centro-derecha que respete mejor el legado del PP y de lo que dicen ahora mismo alguno de sus dirigentes históricos como José María Aznar, Esperanza Aguirre y Jaime Mayor Oreja, quienes sin embargo, y particularmente en el caso de este último, no se aventurarán fuera de las filas populares.

Bajando a lo concreto, en el entorno de esta nueva formación en ciernes, surgido en buena medida de la fundación DENAES y de la plataforma Reconversión, las opiniones se dividen entre los optimistas y los pesimistas. Estos últimos consideran que sin tener candidatos claros y sin financiación no hay posibilidades a tan poco tiempo de la cita con las urnas. Pero los primeros apuestan 9 a 1 porque se presentarán en sociedad a más tardar en febrero y que las Europeas son una muy buena ocasión de debutar, al tratarse de unos comicios con circunscripción única, donde los votos no se pierden y el esfuerzo organizativo para presentar listas es menor.

También reconocen que una formación no es algo que se haga entre cuatro amigos, sino que necesita cuadros dirigentes. Por eso mucha gente de la política y de la sociedad civil cercanos a sus ideas van a ser tocados en los próximos días para sondear su incorporación al proyecto. Eso sí, lo que no se contempla bajo ningún concepto es desmantelar DENAES -como en su día se hizo con la Plataforma Basta Ya para convertirla en un partido, lo que terminó por ser UpyD-.

Por otro lado, quizá su principal virtud es la claridad y ausencia de complejos a la hora de defender sus valores. Entre ellos, destaca el respeto por las víctimas del terrorismo. No en vano, en la última manifestación convocada por la fundación DENAES, pudieron verse bajo los mismos lemas a Francisco José Alcaraz, a José Antonio Ortega Lara, Consuelo Ordóñez, Daniel Portero y Ángeles Pedraza. En este sentido, es rotunda su denuncia de la actuación del Gobierno en la derogación de la doctrina Parot como uno de los muchos elementos que les diferenciará del actual PP.

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