Está Alfonso Guerra encabezando la rebelión dentro del PSOE contra el PSC por su escoramiento nacionalista. Incluso habla de romper con el partido hermano. Sin embargo, las cosas eran bien diferentes en 2006 cuando se negociaba el nuevo estatuto catalán.
El histórico socialista presidía la Comisión Constitucional del Congreso que se ocupó de dar carta blanca al estatuto catalán. "Hago votos para que la comisión haya acertado, bien para el progreso de Cataluña, bien para el progreso de toda España y sobre todo para el fortalecimiento de de la convivencia entre todos los españoles".
El nuevo estatuto, era, en su opinión, "un avance importante tanto en la descentralización del poder como de las competencias".