El presidente mantiene el perfil bajo en su respuesta al órdago secesionista. Era la primera vez que se pronunciaba públicamente sobre la Diada y sus consecuencias, pero Mariano Rajoy entendió que su postura está "fijada con meridiana claridad" en su misiva del pasado sábado, en la que invoca la ley pero ofrece a Artur Mas "diálogo sin fecha de caducidad".
Este mismo lunes, dos barones de peso del PP -los de la Comunidad de Madrid y Galicia- expresaron su rechazo a cambiar "independencia por dinero" y se negaron a tratos diferenciados. Ignacio González fue un paso más allá, y reclamó "contundencia" ante Mas preocupado por "el efecto contagio". Pero Rajoy se mantiene en sus trece y, en la sede de la soberanía nacional, ni tan siquiera mentó la Constitución como herramienta para impedir una consulta de ruptura.
Primero ante CiU y después ante el PSOE -Alfredo Pérez Rubalcaba coló una referencia sobre Cataluña a pesar de que no estaba previsto-, el jefe del Ejecutivo repitió una misma expresión: "Mi respuesta está fijada con meridiana claridad", remitiéndose a su ya famosa carta. En ella, Rajoy escribe: "Diálogo desde la exigible lealtad institucional y desde el respeto al marco jurídico que a todos nos protege y que a todos nos vincula".
El Gobierno defiende que son buenas palabras en las formas y contundencia en el fondo, pero algunos sectores del propio PP alertan de los riesgos de no ser más claros. Rajoy, que no ha comparecido en rueda de prensa desde el nuevo órdago de Mas, se limitó a añadir que "todos debemos actuar con responsabilidad, con lealtad institucional mutua y con respeto al marco jurídico".
En el Congreso, el presidente insistió en su estrategia. De nuevo, ni una palabra altisonante: "El diálogo es el mejor instrumento de solución" de los problemas, dijo, y a él apeló a pesar de "las discrepancias" existentes.
Las tres preguntas a Rubalcaba
Sí se mostró más enérgico para reclamar al líder de la oposición que diga claramente si respalda o no el denominado "derecho a decidir" después de que el pasado lunes Elena Valenciano, su número dos, abogara por abrir este debate. "Lo que debe hacer, antes de nada, es aclararse", le espetó recuperando en este punto la contundencia.
"Sobre la situación política en Cataluña, yo lo que le pido al partido del que es secretario general es que diga con meridiana claridad si apoya o no el derecho de autodeterminación. Segundo, que explique qué es la España federal a la que pretende llegar. Y en tercer lugar, que diga cómo pretende llegar a un acuerdo sobre la reforma de la Constitución si usted ha dicho que rompe todas las relaciones con el PP", le inquirió Rajoy. El Gobierno ya ha dicho claramente que no piensa tocar la Carta Magna al no existir el mínimo consenso necesario y ha criticado que, utilizando como percha el caso Bárcenas, el PSOE anunciara una ruptura de relaciones que ahora trata enmendar.