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Cospedal: "Es rotundamente falso todo, pero todo"

La número dos del PP se ciñe a su declaración ante la autoridad judicial. "Todo lo que tenía que decir ya lo he dicho", responde a los periodistas.

"Es rotundamente falso todo, pero todo". Con la contundencia que le caracteriza, María Dolores de Cospedal desmintió cada uno de los mensajes con los que Luis Bárcenas quiere implicarle en los acuerdos sobre su relación laboral con Génova. Aún más, empeñó su palabra afirmando que lo dicho ante la autoridad judicial en agosto es "la verdad" y que a su declaración se ciñe por completo. Unas palabras que, ella misma destacó, se conocerán textualmente en las próximas horas.

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"Todo lo que tenía que decir lo he dicho en muchas ocasiones y lo he dicho como testigo (...) ante el juez declaré todo lo que tenía que declarar", se reafirmó una y otra vez en comparecencia de prensa. "La gestión política es decir la verdad y colaborar con la Justicia", y -según afirmó- así lo ha hecho el PP durante el procedimiento judicial aún en curso

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La número dos del PP se defendió en primera persona, tras la durísima portada de El Mundo que ponía en cuarentena su declaración ante el juez Pablo Ruiz. "Cospedal negoció en febrero pagar un finiquito a Bárcenas", es el titular. "Calumnias e injurias", resumió la secretaria general, que se negó a que "vayan a conseguir que el PP deje de tener su actividad, de ninguna manera".

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"Con toda la verdad por delante", resumió en una rueda de prensa difícil de gestionar, en tanto en cuanto Bárcenas volvió a monopolizar prácticamente todas las preguntas.

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Los informadores también le abordaron por el borrado de los discos duros de los dos ordenadores del extesorero, pero Cospedal evitó por todos los medios dar detalles sobre ello. Simplemente se limitó a asegurar una y otra vez que el PP colabora con el magistrado y aporta todas las pruebas reclamadas. "Todo lo que ha pedido el juez se le ha dado, con toda claridad", incidió. "Son otros los que tienen que explicar esas cuentas en Suiza de las que nadie haya ya y no nosotros", fue su dardo más envenenado.

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