La única cita política de la jornada era el Consejo de Ministros y su posterior rueda de prensa. Los partidos han optado por sumarse al duelo nacional y seguirán silentes durante los tres días decretados de luto. Si bien, a pesar de este contexto difícil, Soraya Sáenz de Santamaría volvió a dar la cara ante la opinión pública, siendo muchas las dudas sobre la comparecencia de Mariano Rajoy el próximo uno de agosto en las Cortes.
Que el presidente del Ejecutivo desvelará a los españoles su "versión" sobre la presunta trama corrupta nacida en el PP, y que Luis Bárcenas ya ha contado en sede judicial, se da por descontado. La duda reside en la profundidad de sus explicaciones: en si entrará de lleno en replicar a las acusaciones del extesorero o evitará ese cuerpo a cuerpo utilizando como percha otras cuestiones, como la económica.
Unos interrogantes que siguen sin ser despejados: "El presidente ha decidido en el tiempo y la forma que consideraba oportuno" dar explicaciones "sin servir a las estrategias procesales o políticas de nadie", expuso la vicepresidenta. Esto es, hacer un análisis de la situación social, política y económica del país y aceptar las peticiones de comparecencia, centradas en exclusivas en Bárcenas, de algunos grupos minoritarios. "Rajoy se debe a los ciudadanos y luego, cada uno, puede decidir la estrategia política que le corresponde", replicó Sáenz de Santamaría al PSOE, que ya avanza que exigirá la dimisión del jefe del Ejecutivo.
Desde el Ejecutivo, su portavoz no quiso entrar a valorar las últimas declaraciones conocidas de Bárcenas ante el juez. "Con Rajoy he tenido un contacto fluido y directo hasta marzo", dice el otrora hombre de confianza, que asegura que el hoy presidente destruyó documentos comprometedores, que demostrarían la financiación ilegal, ante sus ojos."Antes de ser presidente sólo me da cariño", llega a afirmar. A lo que, Sáenz de Santamaría alegó recordando dónde debe estar el poder legislativo y dónde el judicial: "Son dos parámetros diferentes", añadió, para evitar entrar en opiniones políticas.
La comparecencia del jueves tendrá el mismo formato que las celebradas al término de un Consejo Europeo. Rajoy tendrá una exposición inicial sin límite de tiempo y los grupos opción a réplica y contrarréplica. Nada más quiso desvelar el Ejecutivo, salvo que el presidente avanzará "el impulso de determinadas medidas" contra la corrupción, cosa que también se daba por descontado. Esto es, el presidente intentará ganar algo de oxígeno político anunciando más controles para evitar que los partidos, sindicatos o patronales puedan saltarse la ley.