Asegura un ministro próximo que "mienten" quienes dicen que Mariano Rajoy accedió o vive de la política para lucrarse. Es un hombre de gustos sencillos, argumenta: ni reservas en los mejores restaurantes pese a gustarle la buena mesa, ni predilección por las marcas de alta costura, ni ostentación en alojamiento o viajes... "Su lugar preferido es su tierra, Galicia, y si le dejaran -ahora no puede por motivos de seguridad- seguiría yendo a su casa de siempre a veranear, con su mujer y sus hijos", le defiende. Este miércoles, todo el Gobierno y la cúpula del PP salieron a enaltecer su honorabilidad y ética; su sentido de Estado frente a las "mentiras" de Luis Bárcenas. Pero él, pese al vendaval político y mediático que no amaina, mantuvo su férreo silencio.
rnrnEl partido en el poder vive en permanente tensión, en alerta ante lo que pudiera estar por llegar. En el PP asumen que, hasta que no concluya el procedimiento judicial, Bárcenas podría seguir filtrando desde la cárcel, aunque esto se vuelva en su contra en el juicio. Si algo cultivó los últimos meses fue su relación con periodistas y líderes de opinión, que ahora aprovecha. "Puede hacer caer al Gobierno", afirman quienes han hablado con él, minando la moral de los populares, que ven como no se habla de otra cosa y vuelven las manifestaciones y los insultos.
rnrnEn este contexto, y frente al silencio inicial -total en el caso de la dirección-, los populares evidenciaron un cambio de estrategia para salir en apoyo al líder. Sumaban tres días de sospechas en periódicos, radios y tertulias de televisión, y no hubo cargo del Ejecutivo o del PP con un acto que no pusiera la mano en el fuego por el presidente. Incluso rompió su silencio, en unas declaraciones pactadas con la agencia EFE, Javier Arenas, en una difícil situación por sus vínculos con Bárcenas, pero a su vez muy próximo a Rajoy. "Es un presidente intachable en todos los sentidos", dijo de él el dirigente andaluz.
rnrn"Tenemos tendencia a contar" lo malo
rnrnCon este respaldo se intentó contrarrestar el boicot de la oposición -salvo UPyD- a la Ley de Transparencia, pero, con independencia de ello, todas las miradas viraban a Figueruelas, Zaragoza. Allí, Rajoy tenía su único acto público de la semana, hasta que Moncloa incluyó por la tarde en agenda para este jueves otro de presentación del Plan de apoyo a las Entidades de Acción Social "abierto a todos los medios". Además, participa en Zarzuela en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional y el viernes preside la reunión del Consejo de Ministros, pero ambas citas son ya sin presencia de medios. Era una visita a la planta de Opel, y sobre el sector y la economía centró su intervención, siendo alejados los periodistas lo suficiente como para que no pudieran preguntarle.
rnrnRajoy, con media sonrisa, tan sólo lanzó al aire, en medio de su diagnóstico económico, una idea que puede interpretarse como cierta indirecta: "A veces, en España, tenemos tendencia a contar las cosas que no son las mejores. Tenemos que hablar de lo importante". Nada más dijo con carga política. En Moncloa insisten: para el presidente, todas las explicaciones están dadas y "nadie" ni "tampoco un medio de comunicación" van a marcarle la agenda. Afirman que está "muy tranquilo" y que el Gobierno "tiene que dedicarse a lo suyo", al plan de reformas. Este viernes, sin ir más lejos, se aprueba la reforma energética.
rnrn"Este hombre aguantará lo que haga falta", decía en la víspera alguien que bien le conoce. Rajoy, que tiene intención de dar una rueda de prensa de balance a finales de julio, espera que la crisis vaya a menos en los próximos días. Se ha marcado una senda y tiene la conciencia tranquila, destacan los suyos. Al final, creen, a Rajoy se le evaluará por si saca a España de la crisis: "Y estoy absolutamente convencido de que la vamos a superar", dijo el propio presidente en Zaragoza.
rnrnNo comparecerá en el Congreso
rnrnRajoy no tiene previsto comparecer en el Congreso de los Diputados, tal y como le reclama la oposición, y tampoco recurrir a la vía judicial contra Bárcenas. Jamás ha puesto una demanda, recuerdan, y no es su estilo meterse en esos "líos". Su estrategia se basa en esperar y seguir trabajando. Punto.
rnrnEn el PP sí hubo novedades relevantes en este sentido. De nuevo, fue María Dolores de Cospedal quien llevó la delantera al ampliar su demanda personal -al margen de la del partido- contra el extesorero. "Nos tenemos que defender", se justificaban. "Bárcenas va contra ella hasta las últimas consecuencias", explica su entorno. Según dicen, Rosalía, su mujer, va diciendo en sus encuentros que le "odia" y que buena parte de lo que les está ocurriendo es por su culpa.
rnrnCon este movimiento, claro, dejó en evidencia a quienes aparecen en los papeles y no acuden a los tribunales. Dirigente de cuadros medios pedían en la víspera ir a la Justicia. Los servicios jurídicos de Génova estudian si tomar alguna decisión, pero recalcan que no es sencillo. A la demanda del PP se sumaron en su día Arenas, Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja y Rodrigo Rato.
rnrnUn PP a dos velocidades que ya habla de un verano negro. "El año pasado fue la prima de riesgo y este año va a ser Bárcenas", se lamentan. Muchos hablan, en público y en privado, de una "operación orquestada" para acabar con Rajoy. Pero, aseguran, "no podrán con él. Tiene la conciencia muy tranquila". Una defensa que, de momento, el presidente deja en manos de sus escuderos.
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