El Congreso de los Diputados fue escenario este jueves de un homenaje a las víctimas del terrorismo, que incluyó un minuto de silencio, de todo el hemiciclo, roto con un sonoro aplauso y todos los diputados puestos en pie, a excepción de los de Amaiur, que no acudieron.
Arriba, en la tribuna de invitados, estaban los representantes de las víctimas que sí quisieron asistir. A un extremo Ángeles Pedraza, al otro Pilar Manjón y en el centro la hermana de Miguel Ángel Blanco, Mari Mar Blanco. La presencia de la AVT se debió a una llamada de última hora de Jesús Posada con la promesa de que el año que viene las víctimas sí tomarían la palabra. Covite y otros ocho colectivos, sin embargo, han seguido ausentándose: "Homenajes como el hoy carecen de sentido, pues buscan evidenciar una sintonía entre poder político y víctimas que no existe", aseguraba la presidente del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Consuelo Ordoñez a las puertas de los Leones. La hermana de Gregorio Ordoñez recordaba que todavía quedan 400 asesinatos sin esclarecer o que, en la actualidad, sigue sin aplicarse la Ley de Partidos.
"Con cada homenaje se contribuye a mantener viva su memoria, a condenar la violencia, a hacer un llamamiento a la paz y a la libertad y a estar más cerca de alcanzarlos", afirmó en su discurso el presidente del Congreso, Jesús Posada, quien recordó que la sociedad española tiene una "deuda moral" con las víctimas
La nota discordante la puso como siempre Amaiur. Los 7 diputados proetarras se negaron a acudir al acto por considerarlo "parcial" al no tener en cuenta "a todas las víctimas".