Ángeles Pedraza, “contra la Justicia que deja a gentuza como Bolinaga en su casa”

LD Libros ha entrevistado a Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que ha presentado Cuando la maldad golpea, un libro editado por Lunwerg que recoge las reflexiones de once personas cuyas vidas se han visto afectadas por el terrorismo.

Pedraza ha explicado que "aunque hace dos años que ETA dejó las armas los asociados aumentan por el daño psicológico que les hace ver a ETA en las instituciones y ver cómo los terroristas no cumplen sus penas". "Hay víctimas que siguen sufriendo a pesar de que hace décadas que mataron a su familiar", decía, y añadía que "ETA ya no mata con las pistolas pero va matando poco a poco y va destrozando a las víctimas".

La presidenta de la AVT decía que seguirán reclamando para que mejore la justicia española, "esa justicia que hace que gentuza como Bolinaga esté en su casa". Pedraza criticaba también que la justicia esté "permitiendo que gobierne ETA en las instituciones del País Vasco". "No queremos venganza pero no nos vamos a callar, no queremos que quede en tablas", añadía.

"Ninguna víctima me ha dicho que quiera olvidar esto, ninguna quiere rendirse", explicaba Pedraza al recordar que algunos políticos le han recomendado olvidar. "Lo de que las victimas quieren olvidar es algo que se inventan sobre todo los políticos del país vasco, que quieren equivocarnos diciendo que vamos a trabajar por la paz y la convivencia", denunciaba la presidenta de AVT. Y reclamaba que "no se nos puede pedir que trabajemos por la convivencia cuando han matado a nuestros familiares y no hemos arremetido contra ellos, hemos demostrado que sabemos convivir".

Pedraza cree que las víctimas deben actuar con contundencia. La justicia debería "hacer lo mismo que se hace con cualquier delincuente, detenerlos y que cumplan sus penas integras", pedía.

También ha explicado que el trabajo de la asociación no es solo manifestarse, hay mucho trabajo detrás, una gran labor de apoyo a las víctimas tanto psicológica como jurídica. Al final del libro lo que se recoge es "que tenemos afán de superación, no queremos vivir anclados en el dolor", afirmaba.