Ya han pasado dos años desde que el ejecutivo socialista, amparándose en un plan de ahorro energético, decidiese bajar la velocidad permitida a 110 km/h en vías de alta velocidad. En aquel momento, el PP lo calificó de "disparate", "majadería" e incluso "medida soviética". En su programa electoral figuró revisar los límites de velocidad en carretera, incluso registró una proposición de ley para subirla a 140. Quizás por ello, muchos se han llevado una desilusión al ver el plan que ha presentado la Dirección General de Tráfico que aumenta a 130 sólo en autovías y autopistas que no registren accidentes y en los que se cumplan óptimas condiciones meteorológicas, ambientales y de pavimentación. En la mayoría de tramos de alta velocidad se seguirá manteniendo los 120 km/h.
El aumento de velocidad queda muy limitado y será, según la directora de Tráfico María Seguí, algo temporal. Por su parte, algunas vías sufrirán reducciones. Es el caso de las urbanas. En ciudades se bajará de 50 km/h a 30 y , en algunas calles, llegará a limitarse a 20.
Casco obligatorio para ciclistas
El punto más polémico del día ha sido la obligatoriedad del uso del casco para ciclista, algo que choca con la oposición de las asociaciones de usuarios de bicicleta y de algunos partidos políticos. Desde Tráfico argumentan que en 2011 285 ciclistas resultaron heridos graves y 2.878 de carácter leve en ciudad, unas cifras que, según Seguí, no están completas, ya que existe una "infranotificación" de estas lesiones. La directora de la DGT ha recordado numerosos estudios para concluir que "la ciencia ratifica el elevado índice de protección que supone el casco frente de las lesiones craneales".
A la oposición no le gusta que se imponga el uso del casco, prefieren que se sensibilice sobre su uso. Toni Cantó, de UPyD, le ha dicho que toma más en consideración a las asociaciones de automovilistas que a las de ciclistas. El PSOE le acusa de no "creer en la bici" y consideran que esto irá en detrimento de los carriles urbanos. Al final, Seguí ha mostrado su lado más dialogante y ha prometido que una subcomisión parlamentaria debatirá los pros y contras del uso de la protección craneal. Queda en manos de sus señorías decidir si los pedaleos tendrán que ser con casco o no.