El año que Garzón vivió peligrosamente
Pasó de "juez estrella" a un político de segunda fila. Ahora Guerra le acusa de querer cobrar en negro. ABC dijo que había usado fondos reservados
Poco más de un año duró el idilio entre Felipe González y Baltasar Garzón. Una carrera política fulgurante, de 0 a 100. Garzón abandonó la Audiencia Nacional hacia Ferraz con unas maletas cargadas de ambición. No era el único que abandonaba los juzgados para embarcarse en una carrera política. En esas mismas elecciones, Ventura Pérez Mariño también pedía la excedencia para acompañar a Felipe González. El socialista buscaba legitimar ante los electores su "incorruptibilidad" después de escándalos comenzasen a abundar.
Garzón candidato
"En determinados momentos uno se plantea la posibilidad de prestar otro servicio a la sociedad, desde otro punto y esto es lo que ha sucedido. Se ha cumplido un ciclo en la Audiencia Nacional, se ha hecho un trabajo interesante y ahora quiero dedicarme a otros menesteres", aseguraba Garzón en su primera entrevista como político en Onda Cero con Luis del Olmo. El exjuez se sentía cómodo. El 7 de mayo decía; "mi ideología es progresista y cercana a un sector de Izquierda Unida, pero encuentra mejor acomodo en el proyecto de renovación de Felipe González y el PSOE". Desde el Partido Socialista se defendía su candidatura como un factor de cambio. La "guerrista" Matilde Fernández dijo que era parte de la estrategia socialista de abrirse a la sociedad. También hubo críticas, Aznar dijo que la entrada del juez era una operación para ocultar Filesa. El más duro, como era habitual por aquel entonces, fue Álvarez-Cascos quien dijo: "aunque la mona se vista de seda, mona se queda", en referencia a una hipotética nueva fase en la lucha socialista contra la corrupción.
Durante la campaña se empleó a fondo. En un mitin en Linares el 16 de mayo, acusó al PP de presentar un programa "idílico" como "si estuviéramos en Disneylandia". El 4 de junio dijo su frase más sonada como candidato:"Si agrupamos los votos, les vamos a dar un meneo que se van a enterar"
Es en esta época cuando, supuestamente, Garzón le pidió una compensación al PSOE por estar unos meses sin salario . Guerra dice en sus memorias: " el partido sería solidario abonándole las cantidades hasta ser proclamado diputado pero que lo haríamos en A, es decir, de manera legal y con firma del recibo por la cantidad real. No aceptó". Este martes, Alfonso Guerra puntualizó sus palabras en "Al Rojo vivo" en la Sexta. El exvicepresidente del gobierno, añadió; "parece que luego acudió a otra institución donde sí tuvo éxito pero como no tengo datos yo no pongo nada que no haya vivido. Tengo una idea, pero como no lo sé, ¿para qué acusar a alguien?"
La decepción: Garzón en el gobierno
La primera decepción llegó con la llegada al poder. Garzón consiguió su ansiado escaño pero Felipe González no le nombró ministro. Tampoco defensor del pueblo como llegó a deslizar el "juez estrella" en una conversación con periodistas en los cursos de El Escorial. Al final se tuvo que conformar con una secretaría de Estado, la del Plan Nacional sobre Drogas.
Allí desarrolló varias políticas en un viejo y provisional despacho en el ministerio de Sanidad, esperando su traslado al de Interior. Sin embargo, poco consiguió. Ni más dinero ni competencias. El Plan tuvo en 1993 un presupuesto de 4.542 millones de pesetas, en 1994 Garzón firmó un prespuesto de 4.587 millones. Es decir, aumentó menos de un uno por ciento Lo que más subió fue la partida de personal, gabinete y representación como denunció el PP. En total 168 millones más.
Garzón confiaba en ser el sucesor del ministro del Interior, Antoni Asunción. Éste dimitió y Belloch, que se convirtió en súper ministro de Interior y Justicia, no le nombró ni siquiera viceministro sino que le mantuvo al frente de la secretaria de Estado. Garzón dio un portazo y se fue. "González me utilizó como un muñeco" dijo el magistrado jienense. "Muchos dijeron que se me estaba utilizando para dar una imagen; la de la lucha contra la corrupción. Y ahora, en gran medida, tengo que darles la razón" concluyó.
¿Pagó unas vacaciones con los fondos reservados?
Garzón volvió a la Audiencia Nacional. Allí instruyó el caso de las GAL. Guerra dice de esta etapa que "el juez carecía de la imparcialidad constitucionalmente exigida" y lo justifica con su "manifiesta hostilidad" hacia Rafael Vera. No es el único. Muchos socialistas consideran que utilizó el caso de la guerra sucia contra ETA como vendetta por su fracasada carrera política.
La denuncia de Guerra sobre los sueldos en B no es la primera que empaña la figura del "hombre incorruptible" que Garzón había tratado de construir. El 8 de febrero de 1995, al poco de volver a la Audiencia Nacional, el ABC de Ansón aseguró que el magistrado había pagado unas vacaciones con fondos reservados. La denuncia se refiere a unos meses previos a su entrada en política, en la Semana Santa de 1992, cuando "Garzón, su esposa y su cuñada realizaron, al menos, tres desplazamientos en avioneta para visitar zonas turísticas de República Dominicana". En total, 700.000 pesetas de 1992. Según ABC, mostrando unas facturas, esas vacaciones "fueron pagadas con cargo a la partida de ´fondos reservados´según fuentes de máxima solvencia". Quién sabe si aquellas fuentes fueron las que meses antes habían sido sus compañeros de ministerio.
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