Cinco meses después de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu se viera obligado a poner en libertad al presunto capo de la mafia china Gao Ping por un error en el plazo de detención judicial, el magistrado ha decretado este martes su reingreso en la cárcel.
El instructor ha adoptado este decisión en el marco de una pieza separada que se encuentra bajo secreto de sumario en el denominado caso Emperador. En un auto, el juez Andreu ha señalado que ante el riesgo de fuga existente era necesario enviar a prisión de forma incondicional tanto a Gao Ping, supuesto líder de la trama china de blanqueo de capitales desmantelada en la operación Emperador, como a su mujer, Lizhen Yang.
El magistrado explica que los hechos que se le imputan a Ping son de "suficiente gravedad" como "para justificar el riesgo de sustracción a la acción de la Justicia". "La gravedad de la pena a que se expone a ser condenado es tal que su elusión pudiera constituir tentación suficientemente intensa como para tratar de ponerse fuera del alcance del aparato judicial en caso de permanecer en libertad", añade Andreu
Asimismo, el juez afirma que los documentos hallados en el registro domiciliario de Gao Ping "vienen a refrendar el papel preponderante del mismo en a organización criminal investigada" y "suponen una agravación en los indicios que hasta la fecha se habían recopilado".
Ping está imputado por los delitos de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, contrabando, delitos contra la Hacienda Pública y coacciones, entre otros
Gao Ping se encontraba en libertad desde el pasado mes de noviembre aunque con medidas cautelares como la retirada del pasaporte o la obligación de que realicen comparecencias diarias en la Audiencia Nacional que hasta la fecha el presunto capo había cumplido.
Junto a Gao Ping y su esposa, el juez Fernando Andreu ha decretado el reingreso en prisión de otros cuatro ciudadanos chinos.