Justo antes de que Esperanza Aguirre tomase la palabra para clausurar un acto de las Damas de Blanco que se estaba desarrollando en Madrid un hombre con un marcado acento cubano se ha levantado y ha pedido la palabra exigiendo su "derecho" a expresar su opinión y hacer unas preguntas.
El turno de preguntas no estaba incluido en el orden del día, por lo que se ha intentado seguir con lo previsto ante las protestas cada vez más airadas del personaje, que ha empezado a recibir la réplica de algunos exiliados cubanos presentes en el abarrotado salón de actos que han empezado a gritar "¡Cuba sí, Castro no!"
La confusión del momento ha sido aprovechada por un grupito de media docena de energúmenos que ha empezado a proferir gritos a favor del régimen castrista y han llegado a desplegar una bandera de Cuba con la imagen del Che Guevara y una pancarta en la que se podía leer "viva la revolución cubana".
Esto ha levantado la indignación de la mayor parte de los presentes e incluso algunos se han echado sobre el grupo y les han arrebatado la pancarta. A partir de ese momento se han vivido momentos de verdadera tensión con empujones e insultos de ambos lados, hasta que finalmente los boicoteadores se han visto obligados a abandonar la sala.
Esperanza Aguirre, que contemplaba impertérrita lo que ocurría, ha hecho una referencia al inicio de su discurso comentando la importancia que debía tener el acto, ya que "nunca tenemos el honor de que nos interrumpan miembros de la embajada".