El presidente del Gobierno dio un paso más en su impulso de regeneración democrática en un momento en el que el sistema parece tambalearse. "Voy a promover que los criterios de la ley de transparencia se apliquen a los partidos políticos", anunció en el Congreso de los Diputados, contrarrestando el efecto que pudiera tener la petición de dimisión del líder de la oposición.
Esta medida se suma a la batería de iniciativas que Mariano Rajoy está emprendiendo desde que estallara el caso Bárcenas. Primero, anunció una auditoría interna y externa de las cuentas del PP que ya están en marcha. Después, presentó su declaración de la renta en la página web de la Moncloa. Y, ahora, amplía los cometidos de la futura ley de transparencia.
Una norma "pionera", se encargó de remachar a Rosa Díez, la primera que durante la sesión de control le echó en cara el problema de corrupción que azota a España. "Nunca he negado que la corrupción sea un grave problema; cosa distinta es que no me parezca responsable extender de forma generalizada el manto de la sospecha sobre toda la clase política de la que formamos parte todos los que estamos aquí", replicó el presidente a la líder de UPyD.
Díez pidió más: la publicación de las nóminas de los políticos y las cuentas completas de los partidos, los delitos por enriquecimiento de cargos electos y financiación de partidos o la aplicación de la ley transparencia también para la casa real y los partidos.
Sobre este último punto, y a pesar del susodicho anuncio, Rajoy subrayó que "hoy los partidos se someten a la responsabilidad penal, lo que se había suprimido en 2010", tienen que publicar sus cuentas una vez las audite el Tribunal de Cuentas y hay "nuevos controles y límites para las donaciones y las deudas", informa EFE.
Así, no puede donar a los partidos "ninguna empresa que contrate con ellos" y hay limitaciones, por parte del Banco de España y el Tribunal de Cuentas, para las condonaciones de deuda a las organizaciones políticas. El Ejecutivo también ha reformado el Código Penal y se han aumentado "las penas por ocultación, simulación o falseamiento de las cuentas públicas", se encargó de remachar.
Tras escuchar la exigencia de que se marche por parte de Alfredo Pérez Rubalcaba, el jefe del gabinete le instó a que siga su ejemplo. Cuando lo haga, insistió, "a lo mejor tiene autoridad moral para decir algo, mientras no lo haga, no la tiene".
En paralelo, el Partido Popular emitió un comunicado a primera hora de la mañana -7:50 horas- en el que explica que Bárcenas fue indemnizado con pagos mensuales hasta diciembre de 2012, habida cuenta de que en 2010 el propio Rajoy se negó a readmitir al extesorero como trabajador de la casa.