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Cospedal desautoriza a Maroto y llama al orden al PP vasco

El PP no negociará con Bildu, a pesar de lo dicho por Maroto. "En absoluto", zanjó Cospedal. Es una "desautorización total".

Pocos temas provocan tanta controversia en el seno del Partido Popular como la política antiterrorista. Antes incluso de que Mariano Rajoy llegara al poder, víctimas de ETA e, incluso, algunos sectores de la propia formación vigilan que se mantenga la todavía línea oficial, que dice -por ejemplo- que no habrá pacto posible con la coalición Bildu hasta que ésta, heredera de Batasuna, no condene públicamente los asesinatos de la banda.

Sin embargo, y aún no habiéndose producido cambios en ese programa de acción, dos políticos muy activos del PP vasco -delfines a la sucesión, toda vez Antonio Basagoiti ya ha dicho que no repetirá como candidato- han ido un paso más allá en los últimos días en lo que denominan una "normalización" de las relaciones con Bildu. Primero Borja Semper, presidente provincial de Guipúzcoa, y después Javier Maroto, alcalde de Vitoria, apostaron públicamente por tender puentes.

Las del regidor son las declaraciones más polémicas, pues aboga abiertamente por alcanzar acuerdos. "No me tiemblan las piernas para llegar a acuerdos con nadie", fueron sus palabras. Ya en un acto del partido, ante la cúpula nacional, defendió que existe lo que denominó una Bildu "buena y otra mala", lo que provocó mucha controversia en el foro popular.

Unas tesis que, de inmediato, saltaron a la palestra nacional, a la par que incendiaban Twitter con comentarios muy críticos por parte de dirigentes de su propio partido. "Si yo hoy pactase con Bildu estaría defraudando a todos y cada uno de mis votantes y faltando a mi palabra", escribió Carlos García, concejal en Elorrio que aún tiene que llevar escolta.

En términos más duros todavía se pronunció Santiago Abascal, quien fuera parlamentario vasco por estas siglas y hoy presidente de la Fundación DENAES: "Los resultados electoral del PP vasco se explican por las constantes declaraciones de Maroto a favor de Bildu", escribió en la red social, para añadir que no conoce "a ningún votante que simpatice con las veleidades" del primer edil.

La dirección nacional se declaró radicalmente contraria a que se ponga en duda el ABC del partido en la lucha contra ETA, más aún después de episodios como el del etarra Bolinaga, que ha maltrecho las relaciones con las víctimas. Así, María Dolores de Cospedal no dio opción a dudas: "Las postura del partido no ha cambiado en absoluto, en absoluto", dijo, desautorizando públicamente a Maroto.

Desde Génova13 se adujo que no podían consentir este tipo de declaraciones, y de ahí que el tono utilizado por la secretaria general del PP -en su primera rueda de prensa del año- evidenciara en gran medida el enfado de puertas para adentro sobre un tema, admiten, "muy sensible" en el que "hay que ir con mucho cuidado", en voz de un miembro de la cúpula.

Antonio Basagoiti hizo valer su cargo de líder regional y, a primera hora, ya advirtió a los suyos de que no permitiría más salidas del tiesto: "Frente a Bildu, frente a Batasuna, es que no hay una relación normal de 'tú a tú' como partidos democráticos con una formación que, a día de hoy, ha sido incapaz de renegar del asesinato", argumentó en RNE. Traducido: "No se puede tratar como interlocutor democrático al mundo de ETA, mientras el mundo de ETA no reniegue del asesinato para lograr sus objetivos".

En declaraciones a este diario, el líder del PP vasco insistió en que la postura "es la que es" y defendió a los amonestados afirmando que sus declaraciones "habían sido sacadas de contexto". El propio Semper, que recalcó que en ningún caso habló de pactar, declaró a Libertad Digital: "Hice una reflexión de una realidad que es cierta, pero no se puede cuestionar mi compromiso contra ETA (...) Aquí estamos todos los días enfrentándonos al alcalde de San Sebastián".

Para Basagoiti, el fondo de la cuestión es "¿son demócratas o no son demócratas? No son demócratas porque no han abjurado del asesinato. Otra cosa es que sean legales. Serán legales porque lo dijo el Constitucional, pero no son decentes y no son demócratas", enfatizó. "Ésta es la posición del PP, más allá de anécdotas, más allá de fotos o detalles en un ayuntamiento equis", remató el líder de los populares vascos, del que no son habituales las llamadas al orden a su equipo más próximo, como es el caso de los dos protagonistas.

Su contundencia sirvió a Cospedal para no entrar en el detalle, y menos abrir expedientes informativos de ningún tipo, sino en centrarse en reiterar que "en absoluto" había cambiado la línea a seguir, que se evidenció cuando el PP apostó por apartar a Sortu de la Mesa del Congreso de los Diputados. Aún así, fuentes populares aseguraron que la secretaria general telefonearía a Maroto para dejarle clara cuál es la postura del partido "a nivel nacional" sobre las franquicias etarras.

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