El régimen de Castro sigue sin concretar el regreso a España del político español Ángel Carromero. El peliagudo asunto centró el despacho que el ministro de Exteriores mantuvo con el enviado de Cuba a la cumbre Iberoamericana, el canciller Bruno Rodríguez. José Manuel García Margallo explicó a los periodistas que le expuso a las claras que la intención del Gobierno es que el miembro de Nuevas Generaciones cumpla condena en una cárcel española, a lo que le respondió únicamente que lo considerarán.
Carromero fue condenado por la Justicia cubana a cuatro años de prisión el pasado octubre por un delito de homicidio imprudente, tras un accidente de circulación en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepera. Desde entonces, la prioridad de la administración ha sido que el joven político regrese a casa cuanto antes.
Sin embargo, y a pesar de que el escenario era el propicio, Margallo solo consiguió de Rodríguez el compromiso de que “estudiada” la petición del Ejecutivo. Aún más, en una entrevista a EFE, el portavoz del régimen rebajó las expectativas: “Carromero no era un turista, sino que su viaje era una operación política organizada por sectores que quieren lastimar las relaciones de su país con Cuba”.