El Partido Popular centrará su estrategia electoral, en la recta final de la campaña en Cataluña, a poner en evidencia la ruina económica que supondría la separación de España. Un extremo, se puso encima de la mesa en la reunión de maitines de este lunes, del que es consciente tanto Artur Mas como el mundo empresarial de la comunidad. “Es falso que una independencia sería buena para los intereses de los catalanes y para salir de la crisis”, expuso María Dolores de Cospedal. Más al contrario, “pondría en grave riesgo toda la balanza comercial”.
La secretaria general de los populares se guió por los informes económicos del Ejecutivo, que auguran una Cataluña en banca rota en caso de portazo. “Muchas empresas se marcharían sin remedio y otras muchas se verían bloqueadas y sin capacidad de expansión”, en voz de un alto cargo de la Moncloa. “Mas tiene que tener los datos como todos los tenemos”, insistió la número dos, en términos muy contundentes.
Cospedal, que visitará todas las provincias catalanas para pedir el voto por Alicia Sánchez Camacho, dio también en el clavo a propósito de las amenazas que empresarios de todos los niveles reciben para no “alzar su voz” en relación a la deriva secesionista. Cuentan tanto en el Gobierno como en el PP que en privado son inmensa mayoría los responsables de negocios que admiten que sería una “barbaridad” separarse de España, si bien en público enmudecen.
“Se percibe que no se encuentran cómodos diciendo en voz alta -su opinión-. Que cada uno que extraiga sus propias conclusiones”, respondió Cospedal, preguntada expresamente por el silencio del sector. En privado, cargos populares ahondan en esta tesis, y explican cómo los afectados les dicen que hablar claro del asunto podría suponer problemas en sus negocios. Cabe recordar que según todas las encuestas CiU obtendrá la mayoría e, incluso, podría hacerse con la absoluta. En el PP ponen el acento en que son muchos los que aún no han decidido el sentido de su voto.
La portavoz de Génova todavía remató su intervención asegurando que “la mayoría de empresarios catalanes con los que cualquiera pueda hablar, no solo los grandes, te dicen que es una barbaridad y sería una muy mala noticia la separación del resto de España. Mala noticia en términos comerciales y de expansión de comercio”.
La "tontería" de "catalanofobia"
Por lo demás, rechazó la etiqueta de “catalanofobia”, y enfatizó que dicha “tontería” -expresada por varios cargos socialistas en la última hora- se debe a que el PSC “tiene un problema en sí mismo, además de que no tiene discurso”. Y recordó: “El PP nunca promovió ningún boicot a los productos catalanes”, lo que no quita -dijo en su primera respuesta- que “siempre haya defendido que España tiene una parte fundamental en Cataluña, y que Cataluña es tan española como el resto. Y si eso el PSC lo llama catalanofobia, pues el PSC tiene un problema”.