En la ola del mejor momento de los gobiernos de Aznar, allá por el año 2001, el PP vasco obtuvo un resultado histórico: 326.000 votos y 19 escaños que lo situaban como el segundo partido más votado en la comunidad.
La salida del poder de Aznar en el 2004 fue traumática y eso se reflejó en los comicios de 2005: en unas condiciones extraordinariamente complicadas María San Gil se quedó en 210.000 votos, y 15 escaños, un resultado que todavía significaba representar a un importante porcentaje de la sociedad vasca.
Sin embargo, desde entonces el declive no sólo no se ha frenado sino que se ha acentuado: la salida de María San Gil de la dirección del partido y la llegada del grupo dirigido por Antonio Basagoiti e Iñaki Oyarzabal ha significado una hemorragia de votos que lleva a los populares a quedarse en unos 130.000 sufragios, 80.000 menos de los que logró San Gil.
Ni gobernando en Madrid
De hecho, es la primera ocasión en la que el partido que gobierna en España no supera al otro gran partido nacional en el País Vasco, algo que siempre había ocurrido ocupase Moncloa Felipe González, José María Aznar o Rodríguez Zapatero.
En estos años el PP ha tratado de modular su discurso y hacerlo más "moderado", intentando que su mensaje no se centrara en la lucha contra el terrorismo sino, de hecho, pasando un tanto de puntillas sobre el asunto.
La política de Rajoy desde su llegada al Gobierno no ha hecho sino aumentar la sensación de muchos, votantes y especialmente de las víctimas del terrorismo, de que el PP había asumido la política de Zapatero y Rubalcaba. La excarcelación de Bolinaga ha sido, probablemente, la gota que ha colmado el vaso.
No sólo por Bildu
Los populares han empeorado su resultado en escaños, pasando de 13 a 10. Esto se podría achacar a la irrupción de Bildu que con sus 21 diputados cambia los repartos en todas las circunscripciones.
Sin embargo, la pérdida de votos no es achacable a la aparición de la formación proetarra: la realidad es que tras tres años de un PP que pretendía ser más moderado y moderno -y que por primera vez influía en el gobierno- 16.000 vascos menos han confiado en Basagoiti. El propio candidato ha reconocido en su primera comparecencia que el PP "quería más" pero, por supuesto, ni siquiera ha mencionado la posibilidad de dimitir.