El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha advertido este lunes de que la independencia de Cataluña supondría "acabar con España", que no podría "sobrevivir" en el euro, y ha asegurado que para los catalanes "ni España es el problema ni la independencia la solución".
Gallardón, que ha participado en un almuerzo privado en el Círculo de Economía de Barcelona con representantes de la sociedad civil catalana, ha vaticinado que "una hipotética independencia de Cataluña no significaría sacar a Cataluña de España, sino acabar con España, porque España no tiene sentido sin Cataluña".
"No se puede concebir una España sin Cataluña, sería una realidad radicalmente distinta", ha aseverado el ministro, que ha insistido en que "Cataluña no es una extremidad que se pueda arrancar del tronco". Gallardón ha advertido de que el proceso secesionista catalán tendría unas consecuencias económicas "preocupantes", con un retroceso que se prolongaría durante generaciones, ya que España "no podría sobrevivir" en su permanencia en el euro.
Los comensales le han mostrado su preocupación
Gallardón, que ha invocado en varias ocasiones la Constitución como garantía de la unidad de España, ha remarcado que las mejores estructuras de Estado para los catalanes son las que les proporciona el Estado español. Para el ministro, aunque España sea un país pequeño, tiene una dimensión "suficiente" para que sus estructuras puedan defender los intereses de todos los españoles por igual.
A preguntas de los periodistas, el ministro también se ha referido al anuncio del presidente de la Generalidad, Artur Mas, de que convocará un referéndum de autodeterminación si es reelegido, y ha afirmado que no contempla que un alto cargo del Estado pueda actuar incumpliendo la ley y la Constitución. "Nadie en el siglo XXI entendería que en una democracia se pueda incumplir la ley", ha señalado Ruiz-Gallardón, que ha indicado que la respuesta al posible envite de Mas se encuentra ya prevista en la Constitución.
Para el ministro, el actual debate soberanista en Cataluña nace de la crisis económica y de los errores de los anteriores gobiernos, especialmente del tripartito, por lo que considera que la respuesta tiene que ser retornar a los principios del catalanismo.
En cambio, ha desvinculado el auge soberanista de la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbó varios puntos claves del Estatuto catalán aprobado en referéndum en Cataluña, ya que este texto "nace de la Constitución", que fue aprobada con una mayoría abrumadora en Cataluña.
"Todo lo que sea adecuar las normas a la Constitución no puede ser entendido como un agravio", ha señalado el ministro, que ha recordado que, aunque muchas generaciones de catalanes son posteriores al referéndum constitucional, deben acatar el texto, al igual que el presidente Barack Obama se somete a la Constitución americana que no pudo votar.
Según Ruiz-Gallardón, el catalanismo históricamente ha estado vinculado con las etapas de pujanza económica, mientras que el soberanismo ha crecido en tiempos de crisis económica, ante la "incapacidad" de los responsables políticos de encontrar soluciones.