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El blog de Regina Otaola

Por qué el PNV no lucha contra ETA (II)

Ayer colgué en este blog el Preámbulo del Pacto Antiterrorista para poner de manifiesto hasta qué punto ha sido incumplido, en espíritu y forma, por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Pero también he pretendido con ello poner de manifiesto la incongruencia del planteamiento de aquellos que pretenden un acercamiento a los nacionalistas por parte del PP.

Este Preámbulo pretende marcar una estrategia para fijar la posición de los partidos políticos contra el terrorismo. Por eso insta a PNV y EA (hoy podríamos incluir a muchos más partidos) al "abandono definitivo, mediante ruptura formal, del Pacto de Estella y de los organismos creados por éste" como "condición evidente y necesaria para la reincorporación de estas fuerzas políticas al marco de unidad de los partidos democráticos para combatir el terrorismo." Es más, supedita "cualquier acuerdo político o pacto institucional con el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna" al abandono del Pacto de Estella, lo que no ha impedido al PSE negociar con el PNV y Batasuna "soluciones políticas" al "contencioso vasco", aparte de muchas otras cuestiones con Loyola de fondo y la consulta de Ibarretxe en el horizonte.

Pero ahora resulta que lo que sobra, lo que hay que silenciar, lo que debe callar el PP son las referencias a un partido, el PNV, y a una estrategia, la "concentración de fuerzas nacionalistas" nacida del Pacto de Estella, que ha buscado por todos los medios aniquilar cualquier alternativa constitucional entre los vascos. Ahora, precisamente, cuando dicho Pacto se plasma con virulencia en la papeleta que enarbola amenazante Ibarretxe. Ahora, precisamente, cuando el PSE ha recabado votos por aproximarse a las tesis del PNV de Estella ("diálogo con ETA para la solución al conflicto"), lo que ha pasado a su vez por sentarse con los terroristas a negociar políticamente en las mesas de Loyola.

Lo único cierto es que ni ahora ni antes PNV y EA han apoyado el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo porque su proyecto, antes y ahora, es el mismo de siempre: autodeterminación, secesión de la España constitucional y autonómica. Y por tanto mi pregunta es la siguiente: si queremos llegar a acuerdos con los nacionalistas vascos que no han cambiado su proyecto ni sus objetivos, ¿cómo lo vamos a hacer? ¿Qué les vamos a ofrecer para que se sientan atraídos por el PP y podamos llegar a negociar con ellos? Porque de eso se trata, de negociar. Dialogar siempre hemos dialogado, porque dialogar en gallego, vasco o catalán significa hablar y que yo sepa siempre se ha hablado con los nacionalistas. Así que no nos tomen por niños de baba. Ahora se trata de ir más allá, de ir tejiendo complicidades con los nacionalistas para que dentro de 4 años nos voten no se sabe cuántos españoles más, eso es lo que se pretende y sigo pensando que alguien se equivoca.

Los nacionalistas nunca han querido derrotar a ETA, solo que desaparezca de buenas formas, a través de una negociación que les entregue lo que reclaman mediante la violencia, como un reconocimiento a todos sus años de "lucha armada". Lo importante es condicionar el fin de ETA a la "solución dialogada", que pasa por reconocer la autodeterminación al País Vasco. Que los terroristas dejen de aterrorizar y de asesinar a cambio de algo, un precio fijo, y yo me pregunto: ¿qué ocurre con las víctimas, con sus familiares? Y ¿qué ocurre con los que día a día nos jugamos la vida en esta tierra por defender la Libertad? ¿Creen algunos que vamos a seguir sacrificando nuestra libertad silenciosamente para que otros negocien con los nacionalistas y éstos sigan sin deslegitimar a la banda terrorista hasta conseguir sus objetivos de independencia?

Si éste es el camino que, al parecer, algunos quieren seguir, por favor, pido que nos lo aclaren, de forma contundente, sin matices. Creo que tenemos derecho a saber con qué reglas de juego se pretende jugar este partido. Antes las conocía y me comprometí con ellas hasta la médula. Había un proyecto común y compartido (por todos) en defensa de la Nación española, de la España autonómica en donde se nos aseguraba la libertad e igualdad de todos allí donde viviéramos. Un proyecto que nos daba el coraje necesario para seguir por ese camino tan arduo.

Pero ahora ¿qué proyecto tenemos? ¿Negociar -sí, sí: negociar- con los nacionalistas que siguen sin querer derrotar a ETA? ¿Permitir que el nacionalismo siga apostando por ciudadanos de primera y de segunda? ¿Dejar a los ciudadanos de los pueblos pequeños abandonados a la suerte del más fuerte? ¿Negar por omisión que el País Vasco es España como piden los nacionalistas que hagamos para caer simpáticos? ¿No izar la bandera española donde es preceptivo para que nos acojan los nacionalistas en su seno? ¿Hacer de España un territorio de Baronías o Taifas? De verdad, si eso es el nuevo proyecto que vengan otros a defenderlo. Que vengan aquellos que creen que cediendo ante los nacionalistas y mimetizándonos con los socialistas a diestro y siniestro vamos a ganar los votos necesarios para gobernar.

Porque todavía los hay que pretenden incluir en el programa político del PP aquello tan trillado de que "el PNV lucha contra ETA". ¿Dónde es eso, si se puede saber? ¿En Lizarza, donde el PNV no se presenta por miedo a ETA o connivencia con Batasuna, pero pide el voto en blanco para que no gane el PP? ¿En el Parlamento Vasco donde el PNV impide la disolución de EHAK, como antes la de EH? ¿Cuando el PNV media en los cobros de ETA por la extorsión a empresarios? ¿O cuando condenan el terrorismo pero afirman que sólo se podrá acabar con ETA mediante el diálogo sobre sus pretensiones políticas, que son las del PNV?

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