Cuando se leen afirmaciones como "la protesta del día 9 de abril es contra ETA y no contra el Gobierno", una, para que no le tomen por imbécil, se ve en la necesidad de aclarar lo que considera que es el motivo de la manifestación convocada por la AVT.
La propia AVT ha manifestado que se muestra "en contra de la vuelta de ETA a las instituciones". Me parece por lo tanto claro que saldremos otra vez a las calles de Madrid para decir, como ya lo hicimos el día 5 de febrero, que no tenemos nada claro que el Gobierno socialista piense cerrar el paso a los etarras y no solo a través de Sortu sino de cualquier otro plan que tengan en mente. Todo para el PSOE tiene un precio y esa "paz" en comandita con los batasunos, también: estar presentes en las instituciones municipales, forales y por último en el Parlamento vasco. Como sea, pero estar.
La convocatoria del día 9 de abril no se debe a un nuevo acto terrorista, ya sea asesinato, secuestro, coche bomba, etc. Acto que nos llevaría a arropar a las víctimas en contra de ETA. No, el motivo en esta ocasión es que las victimas, todas ellas, no se fían de este Gobierno ni un pelo y ¿por qué no se fian? Pues porque ven su sucia trayectoria en todo este asunto. Primero dijeron que no, pero negociaron hasta que el terror los mandó a paseo, temporalmente al menos, lo que es público, notorio y admitido por los distintos actores de la farsa; luego dijeron que ese capítulo se había acabado, sin ser de nuevo verdad; excarcelaron a etarras sin fundamento jurídico alguno y desde entonces unos se dedican a redactar estatutos para las nuevas formaciones de ETA, otros se han perdido por tierras europeas y, aunque el CNI parece conocer su paradero, a nadie del Gobierno le interesa darse por enterado; tenemos un "faisán" que revolotea sin cesar por los escaños socialistas como ave de mal agüero para nuestro Estado de Derecho; los etarras dan ruedas de prensa y se manifiestan un día sí y otro también con total impunidad y normalidad en los medios de comunicación, como si de ciudadanos demócratas u organizaciones políticas legales se tratara; y así podría seguir...
Decir que esta manifestación no va en contra de lo que todo esto y mucho más nos augura es querer nadar y guardar la ropa, es querer seguir siendo pero con disimulo, es querer ser y no poder.
No entraré a valorar el hecho de que no todas las asociaciones secundaran la manifestación convocada por Voces Contra el Terrorismo el día 5 de febrero. Lo importante es destacar que ahora se han dado cuenta de que aquella manifestación estaba fundamentada, el presidente de VCT José Alcaraz tenía razón, y todas como una piña apoyan lo reivindicado en esta segunda ola de rebelión cívica.
Alcaraz: hay que agradecer tu valentía antes, ahora y después. Yo volveré a estar el 9 de abril en Madrid para decir al Gobierno: "Negociación, en nuestro nombre, no. Memoria, justicia y dignidad para las víctimas del terrorismo".