Antes de nada, quiero agradecer en el nombre de mis compañeros y en el mío propio todas las muestras de apoyo y afecto que estamos recibiendo. Nos ayudan y mucho a seguir trabajando en pos de la libertad y de la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley, aunque ello “amargue” la existencia de algún senador nacionalista que con el sueldo que le pagamos entre todos los españoles se dedica, con total impunidad, a poner de vuelta y media a la Monarquía española en un programa de TV, o a equiparar a los militantes del PP con los de HB, en lugar de hacer un trabajo positivo en el Senado al que él ha decidido pertenecer sin que nadie le haya obligado.
Hay un dicho muy español que le va como anillo al dedo a este senador de pelo en calva: “Cree el ladrón que todos son de su condición”. Me gustaría recordar que quien firmó el infamante Pacto de Estella/Lizarra fue el PNV, partido al que pertenece el senador. Un pacto suscrito con ETA y Batasuna, por la independencia y la exclusión de todos los vascos no nacionalistas, especialmente los cargos electos de PP y PSE. Un pacto que evidencia la unión que existe entre ambos respecto a los objetivos y cómo se ayudan los unos a los otros para apartar a los que estorbamos, a los vascos no nacionalistas, a los que nos consideramos vascos y españoles.
Dada su trayectoria, es comprensible que el senador de pelo en calva no entienda nuestro trabajo en Lizarza. ¿Cómo va a entender que se trabaje desde el Gobierno municipal por conseguir la libertad e igualdad de todos los vecinos ante la Ley cuando él solo entiende la política de la exclusión del que no piense igual? ¿Cómo va a entender que colocar las banderas constitucionales no significa crispar sino ser un demócrata convencido, cuando él solo coloca la que considera “su” bandera que, le recuerdo, ahora es de la Comunidad Autónoma Vasca y no sólo la del PNV?
Hay que dejarle claro a este senador acomplejado que somos millones los españoles que creemos en la España autonómica, los que creemos en un proyecto común que nos hace ser ciudadanos libres y solidarios, precisamente lo que dejaríamos de ser de materializarse el proyecto excluyente y exclusivo de los nacionalistas. España es una de las naciones más antiguas de Europa y los vascos han formado parte de su Historia escribiéndola junto a sus compatriotas del resto de territorios. ¿O es que nos vamos a creer ahora la historia inventada por un melancólico Sabino Arana?
Quiero terminar expresando mi afecto y solidaridad al Cuerpo de la Ertzaintza, de nuevo objetivo declarado de los terroristas por su acción profesional y constante en la protección de los ciudadanos vascos. Mientras los políticos nacionalistas buscan dialogar con ETA, son los miembros de la Policía autonómica vasca los que no bajan la guardia y cumplen con su deber. Lo vemos todos los días que acudimos a Lizarza a realizar nuestro trabajo, algo que los proetarras nunca les perdonarán.