Hoy, 24 de diciembre del 2010, quiero desear a todos los lectores de este blog y a todos los que hacen posible que Libertad Digital siga en la brecha que pasen unas muy felices Navidades.
Dirán que todos los años es lo mismo, puro formulismo. Pero no. Para mí éste no ha sido un año más sino un año especial porque he vuelto a constatar lo importante que es vivir de forma consciente, es decir, sabiendo a ciencia cierta el porqué hago o digo algo, o el porqué callo cuando lo considero oportuno. Esto es: la importancia de vivir, pensar y actuar con responsabilidad
Así cuando deseo "Felices Navidades" transmito mis deseos de que se vivan de verdad en familia y entre amigos, porque esto es lo más importante que tenemos. Y llamo a salir de nosotros mismos para interesarnos por los demás, por todos y cada uno de nuestros familiares y amigos, y a esforzarnos para todo lo posible para que los demás se sientan queridos. La concordia y la alegría deben reinar estos días entre todos. Seamos de verdad. Vivamos la verdad. Ya sé que las buenas acciones deberían darse a lo largo de los 365 días del año pero, al menos, siguiendo la tradición, espero que estos días sirvan para dar lo mejor que tenemos.
Y 2011... ya se verá. Dicen los entendidos que va a ser peor que 2010 y cuesta trabajo creerlo: ¿peor aún? Podría ser perfectamente porque seguimos gobernados por unos ineptos totales que no saben hacer otra cosa que echar la culpa de todo lo que va mal al PP. No seré yo quien diga que mi partido hace todo bien porque no sería ni sincera ni objetiva. Lo que sí tengo claro es que el responsable del desaguisado en el que nos encontramos es el Gobierno del PSOE y de aquellos que lo han mantenido en el Poder a cambio de vender su alma por un plato de euros, caso de los partidos nacionalistas.
Pero todo esto Vds. ya lo saben. No me voy a repetir. Sólo me permito recomendarles una lectura para estos días: "Libelo contra la secta", de Hermann Tertsch. Van a pasar unos momentos estupendos al poder ver reflejado de forma inteligentísima lo que tantos y tantos españoles pensamos de este Gobierno y de la necesidad de librarnos de él democráticamente lo antes posible. Aunque parece que todavía habrá que esperar, porque por de pronto el estado de alarma ni siquiera contempla la posibilidad de unas elecciones. Los hay que no dan puntada sin hilo.
De momento, a lo dicho: que no nos amarguen estos días tan especiales para reforzar los lazos familiares y gozar de un poco de paz y tranquilidad navideña. Quien más quien menos, después de este 2010 todos nos la merecemos aunque sea un poco.