Lo he escuchado, lo he leído y sigo sin salir de mi asombro: "El derecho a la huelga prevalece sobre el derecho al trabajo", y el sindicalista que lo dijo con cara de pocos amigos se quedó satisfecho de su hazaña mientras el resto nos decimos que es un ejemplo claro de lo que cuesta a los liberados-representantes sindicales hablar de trabajo. Ellos están a otra cosa mucho más lucrativa, es decir, meterse con los empresarios y también con el Gobierno de la Comunidadde Madrid, después de comer a cuerpo de rey o viajar como maharajás.

Ellos están a "la pomada" pero no a la libertad, que es lo que podemos y debemos ejercer todos mañana. El derecho a la libertad, el derecho a elegir trabajar en lugar de hacer caso a unos sindicalistas pesebreros y nulamente representativos de los trabajadores. Bien es cierto que habrá piquetes totalitarios intentando doblegar a los ciudadanos para que no vayamos a trabajar, pero también es cierto que debemos ejercer nuestros derechos precisamente cuando son amenazados, con la Ley en la mano.

Además, en la situación económica en la que nos encontramos es absurdo convocar una huelga como ésta que no se sabe bien contra quién va. Una huelga que debería haberse producido en todo caso contra el Gobierno hace unos meses, y no a la carta una vez aprobada la nefasta reforma laboral. Una huelga que recuerda en esto a la que le montaron ELA y LAB al nuevo Gobierno vasco por las medidas tomadas por el anterior Ejecutivo de Ibarretxe y el PNV. Una huelga que hará un poco más pobre al que la secunde voluntariamente (está en su derecho) u obligatoriamente (es vergonzoso). No cuela eso de que van contra el Gobierno porque ya hemos visto que dentro de unos días tendrán que negociar con él las pingües subvenciones que les darán en el 2011.

Tampoco quieren los sindicalistas aplicar la Ley de servicios mínimos porque los ciudadanos les importan muy poco, porque estos "obreristas" de palo desconocen lo arduo que supone para los trabajadores de verdad tener que desplazarse para acudir a su lugar de trabajo todos los días del año y no precisamente en coche oficial. Lo único que les importa ahora es cargar contra lo de siempre, el capitalismo y la guerra de Irak, a cuenta de una ideología desfasada capaz de generar millones de parados para mantenerles a ellos en el machito, mientras procurarán que parezca que hacen huelga contra el verdadero culpable de esta situación en la que nos encontramos y que no es otro que el Gobierno socialista de Zapatero y compañía, siameses ideológicos de los Méndez y Toxo. Éstos agitan el árbol (sin piquetes, no son nada), mientras los otros recogen las nueces.

Yo desde luego iré mañana a trabajar como todos los días y estaría bien demostrar, en cada rincón de España, quién manda sobre cada uno de nosotros, si nosotros mismos o unos señores que son incapaces de defender el derecho al trabajo de los 5 millones de parados a los que hasta hoy no han defendido de ninguna de las maneras. Para paliar el paro se necesita trabajo y medidas encaminadas a lograrlo, no huelgas para recordarnos a los españoles la capacidad de extorsión de una Izquierda apoltronada que es la máxima responsable de la regresión económica, política y moral de la España de 2010.