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Un minuto antes de la final ganada por la selección española

Reproduzco, por su actualidad, el artículo que hoy lunes 12 de julio se publica en el diario "La Opinión" de Murcia, correspondiente a la serie que sobre todo el campeonato se ha venido reproduciendo en ese mismo periódico, y con mi firma, desde la inauguración del Mundial el 11 de junio. El artículo fue enviado a las 20 horas y 29 minutos,  justo un minuto antes de empezar la gloria. Viva España.

 

 

Sección: La mundial

Título: No hablo del partido de España

Texto: Cuando ustedes lean estas líneas ya se sabrá si España es o no campeona mundial, y por contra yo no puedo aquí hablar de ello porque debo entregar la columna para cuando empieza el partido. Así que de lo que puedo hablar en el artículo hoy es de todo aquello que, como es natural, no le importa absolutamente a nadie porque lo único del Universo que hoy tiene alguna importancia -si España alza la copa o no- queda fuera de mi jurisdicción. Maldita inmediatez.

¡Qué tiempos aquellos en que la información llegaba al mes siguiente a que se hubiese producido! Aquéllo eran periódicos como Dios manda: daba tiempo a elaborar la noticia, que iba engordando y volviéndose más impresionante, sobredorándose de leyenda, conforme Fulanito se la contaba a Menganito, y éste a Zutanito, y éste a Perenganito. De modo que cuando finalmente la noticia llegaba de imprenta a las manos del público los muertos en una guerra, por ejemplo, habían sufrido un incremento al menos de dos dígitos, con lo cual el periódico causaba una impresión indescriptible (siguiendo lo que hacía Julio Camba en sus corresponsalías de guerra, que siempre ponía un par de ceros más en las magnitudes bélicas para ayudar a su periódico a superar a la competencia). Es como si yo hoy contara, cuando ha pasado un mes de la ceremonia de inauguración (y ante el asombro de los lectores inadvertidos), que resulta que hay un mundial de fútbol en
Suráfrica y que España ha ido ganando partidos y pasando fases hasta plantarse en la final. Sería el notición del siglo, sencillamente porque habríamos dado tiempo a que la realidad se elaborara sola sin que la gente, mientras, se enterara.

Pero en estos tiempos oscuros de internet, cuando la gente quiere informarse de todo incluso antes de que se haya producido (con el resultado de que se informa de todo, pero, como no se discrimina entre asuntos, no sabe nada), parece anacrónico que yo cuente aquí el partido de España a los dos días de haber sucedido, sencillamente por necesidades de edición. Y sin embargo de anacrónico tiene poco: a los dos días se sabrá más del partido de España que en el momento de producirse, porque la realidad necesita asentarse, conectar todas sus terminales, para que la veamos en toda su dimensión, igual que lo interesante de los viajes empieza en realidad cuando ya hemos vuelto a casa. Yo vi en directo la final del mundial de España 82 entre Italia y Alemania, y sin embargo he podido verla mucho mejor al leer, andando el tiempo, todo lo que se produjo dentro de ella, y que entonces nadie supo. Y me he enterado hace poquísimo de un dato fundamental sobre la final del 86 que también perdió Alemania, casi un cuarto de siglo después, que nos arroja una luz nueva, estremecedora, sobre aquello: el portero alemán Schumacher, antes de que efectivamente hace pocos meses lo hiciera su colega Enke, quiso suicidarse porque no soportaba el dolor de la derrota.

Los acontecimientos memorables van haciéndose morosamente en el fuego lento del transcurrir, cuando todos los detalles van encajando porque cualquiera de ellos puede cambiar la valoración que hagamos del hecho. Sabremos realmente del mérito de la selección española cuando haga mucho que se hayan apagado los cánticos sobre Johannesburgo y, si me apuran, cuando el Estadio llamado popularmente "de la calabaza", hoy nuevo, sea demolido. La leyenda, mejor o peor, empezó ayer. 

 

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comentarios
1 AnkHor, día

Una de esas cosas que pasan ante tus ojos y que necesitas tu tiempo para asentarlas, pasó precisamente con nuestro portero al acabar el partido. Le entrevistaba su guapísima novia que de momento ejerce de reportera del telecirco, cuando de repente nuestro cancerbero se abalanzó sobre ella y le endiñó un morreo ante las cámaras, y por ende, ante toda España. Lo nunca visto. Bonita celebración que debe andar -aunque sea al final- de todas las crónicas deportivas de hoy, por lo inusitado y jocoso que tiene el suceso. Pero a mí me plantea una duda chistosa: Cuando un portero se casa con una re-portera... ¿Qué serán sus hijos? ¿Requete-porteritos?

2 vikinga, día

No sé, en el caso de la televisión, si no hubiese visto el partido en directo mi corazón no hubiese sufrido tanto, que casi me da un infarto, pero la emoción y la alegría tampoco serían las mismas. Toda la vida preguntándome si viviría este momento algún día y aquí está. Si me lo dicen hace cuatro años, no me lo creo. ¡Viva España!

3 vikinga, día

Ah, y espero que no intente suicidarse ningún holandés, por Dios.

4 cuervo, día

soy un español orgulloso de serlo y contento del exito de nuestra seleccion, pero al mismo tiempo apesadumbrado y triste de ver como los españoles somos capaces de movilizarnos por el futbol y no por nuestros puestos de trabajo, vivienda, impuestos y el despilfarro de este govierno