Algunos lectores, enbravecidos por mi "post" anterior, al que tildaron de "neurasténico" "lloriqueante" y "derrotista", han hecho ver por extenso, en estas mismas páginas, que yo no debo ser muy consciente de estar en una "guerra" política desde marzo del 2004 y que, dado que se trata de una guerra, no me puedo permitir el lujo de escribir cosas tristes o de ver el futuro del país, o el mío, color de hormiga, si es que lo veo de cualquier forma. Al futuro. O al presente, que tampoco lo veo del todo. Les tengo que dar absolutamente la razón a los lectores críticos. Mi "post" anterior, y no sólo el anterior, era neurasténico, derrotista, triste, lloriqueante y hasta deprimente. Cosas del temperamento melancólico. Y, en efecto, estamos en una guerra contra el dogma "progre", entre otras luchas. Contra todo esa amalgama que, como escribiría Chesterton, es sencillamente "lo que está mal en el mundo".
Ahora bien, tengo una contra que hacerles a los lectores críticos, como dirían los argentinos: sólo faltaría que en un "blog" no se pudiera uno mostrar neurasténico, derrotista, entreguista, triste, lloriqueante, deprimente, protosuicida, cataclismático o cualquier otro afán que traiga el día. Señores, orden, que esto es un "blog" en libertad en el sitio más liberal de España y por tanto un "blog" rabiosamente personal e intrasferible (si es que se quiere que contenga víscera y autenticidad, cosa que estoy seguro prefieren los lectores), y no es un espacio para recortar y pegar ponderados edictos en lenguaje editorial. Ni una mera crónica "bélica" para escribir al dictado de los airosos y, a pesar de lo que cae, optimistas lectores a los que no les parece bien que exista el "spleen" en la prensa, por cierto de tan venerable tradición. Creo modestamente que en este punto los lectores se extralimitan algo en sus funciones porque en mis dictados mando yo.
Los "blogs" de los cronistas políticos sirven, qué quieren ustedes, para poner las cosas que de una manera u otra no caben en los periódicos de papel donde escriben. Este "blog" sirve para poner las cosas que de una manera o de otra no nos caben ni a Pablo Molina ni a mí en el periódico de no papel donde escribimos (LD). Entre otras cosas porque se supone que la actualidad murciana no interesa a todo el mundo. Pero es un "blog" con todas las de la ley y con su fuero especial, íntimo, diría yo, y así unos días en "crónicas murcianas" escribimos de Murcia, otros de lo que no es Murcia y estotros de lo que no es ni Murcia ni no Murcia: por qué no, escribimos de nosotros mismos, no de lo que pasa sino de lo que nos pasa (como diría González-Ruano). Que, mirándolo bien, también se trata de Murcia. Porque "somos" Murcia.
Si en un "blog" no puede uno hacer literatura, hacer introspección, hacer derrotismo, hacer lloro o ni siquiera eso, hacer un poco de interpretación honradamente subjetiva de, como digo, lo que pasa o lo que nos pasa, no es un "blog": es un programa de radio de Francino en la "SER". Y en mis dolidas subjetividades sigo mandando yo. Aunque estemos en guerra.