Para no haber tenido nada que ver con la crispación y posterior violencia contra el consejero de Cultura de Murcia -según dice-, el PSOE no ha tardado ni dos días en sí tener que ver. En insistirnos en que desde luego que tiene que ver. Ahora con las maledicencias de corrala sobre Cruz, que ya dice José Bono que hacen más daño que los cráneos rotos.
La prensa amiga hace responsable a Cruz de lo que, sin encomendarse a nadie, el aparato policial y judicial decide hacer con la vaga foto de un simple sospechoso. ¡Cruz también responde de la policía y de los jueces! El secretario general en Murcia del PSRM-PSOE, Pedro Saura, tras haber derramado su cuota de lágrimas de cocodrilo por "la violencia", se alivia el luto asegurando ahora que "probablemente la agresión ha sido privada". Nada inocente: ya alguien se ha encargado de aventar en Murcia y en España que todo se debe a que el consejero sale de noche con raros y quizás de vez en cuando beba otra cosa que agua mineral. ¿Conoce personalmente Saura a los agresores? Que hable. Si no, lo de "probablemente" será por los mismos motivos que la cerveza danesa Carlsberg es "la mejor del mundo, probablemente": probablemente porque así lo quiere el anunciante. Alguno aquí es probablemente miserable.
Espérate, que ahora vamos a por el "algo habrá hecho", Cruz. El viejo truco siciliano, inoculado allí por España (por algo dicen en la isla tricorne, admirados, que la mafia es un buen invento que dejaron allí los españoles), sobre que el consejero habrá profanado la virtud a alguna doncella, con la venganza de los hermanos aparejada. O incluso dicen que dicen que han visto al consejero en algún sitio "de ambiente". "Tu vieja/ dice que sos un caso perdido/ Porque supo que te vieron/ la otra noche/ en el parque japonés". Espérate otra vez: si es que Cruz fue pregonero del día del Orgullo Gay, se acordarán, y además en Facebook es socio del colectivo "Acabar la noche en la Vie en Rose", antro no demasiado "sancto". Todo encaja. Qué dirán los vecinos y el párroco, y el monjato habitual del PSOE. Algo habrá hecho. Pensaba, hasta hoy, que la definición de Murcia (en fin, de España) por parte de su hijo al tiempo predilecto y non grato Arturo Pérez Reverte como "un territorio históricamente enfermo con la mayor cantidad de hijos de puta por metro cuadrado" exageraba porque contaba algún hijo de puta de más. Tal vez fuese de menos.
Los mismos que todos ustedes saben y que no necesitan presentación tratan, simplemente, de acabar el trabajo: estaban intentando por todos los medios, y cuando digo todos los medios me refiero a absolutamente todos, la muerte civil del consejero, alguien quiso también, además, la física (aprovechándose de la juerga montada, con lo cual la intencionalidad del atentado contra Cruz es, siempre y en cualquier caso, política, aunque sea un ajuste de cuentas privado, público o de resopón), y, una vez llorado el asunto, continúa el asesinato de su persona pública, ahora más que nunca. No tenían nada pero que nada que ver, decían.