Al parecer, Rajoy se ha dado cuenta de que a Soraya Sáenz de Santamaría la pones debajo de un edificio en llamas y te salva ella sola a toda la gente que se tira por las ventanas, sobre todo si no son de su partido. La colocas al pie del campanario de Manganeses de la Polvorosa, le arrojan encima la famosa cabra y la cabra se salva de estrellarse contra los lugareños porque Soraya no es que políticamente sea blanda, sino que es como la lona de los bomberos. Así que Mariano, al parecer, busca un perfil más duro para sus vicepresidencias del partido, más que nada para mantener las formas y que su partido no se fusione de momento, por razones de Estado, con el PSOE, que para hacer de PDNI ("el pedín", como lo llamaban los viejos comunistas) siempre habrá tiempo.
Se habla para mi sorpresa de Javier Arenas, que, hombre, lo que tiene más duro es la dermis y la epidermis a la hora de mantener ante los periodistas, con la misma convicción, una tesis y su contraria, y su contraria y otra vez la tesis, según toque, o de Michavila, quien demostró bien demostrado que se pueden encender fósforos en su mejilla recién afeitada en aquellos pasteleos suicidas que se llevó el Gobierno de Aznar con los comisionados socialistas y cuyas consecuencias nefastas para el Sistema de división de poderes estamos pagando ahora. ¿Ésos son los tipos más duros que tiene el PP? ¿Ésos son los Josey Wales de El fuera de la ley que le van a quitar el papel a Clint Eastwood porque ellos escupen gargajos de tabaco líquido a la pechera de los tahúres y los vendedores de crecepelo más lejos, más fuertes y más negros? Pero si la postura más dura en que le han pillado públicamente a Arenas es haciéndose limpiar los zapatos en Sevilla, porque pertenece a esa "cultura andaluza del zapato límpio" (Antonio Burgos dixit) que a mí particularmente me resulta muy humillante de ver, no ya por el "limpia", sino sobre todo por el limpiado.
Alguien más duro tendrá por ahí el PP, digo yo. Alguien que no sepa hacerse el nudo de corbata Windsor (¿o es Wilson?), que lo más aventurado que se eche al estómago no sean los sandwiches de Rodilla o que al irse de vacaciones exóticas no lo hagan a Cancún y con la pulserita, como el resto de oficinistas. ¿Por qué no han pensado, por un poner, en el diputado cartagenero Andrés Ayala (el que fue y supongo es todavía paragüero de Federico Trillo)? A Ayala yo le ví una vez un inquietante parecido con el crudelísimo fiscal turco de El expreso de medianoche pero desde que públicamente se zarandea y se insulta con decanos del colegio de ingenieros, incidente del que son testigos los consejeros del Gobierno murciano de Valcárcel, resulta que ha acabado pareciéndose mucho más, yo diría que todo más (excepto el litro diario de gomina en el pelo propia de las caricaturas fachosas de tele progre, a Mauricio Colmenero, de la teleserie Aída), el que pretenden trasunto de Aznar época castellanoleonesa trufada con su segunda legislatura. Eso sí es un duro para Rajoy, aunque sea de guardarropía.