Otro cura dando la nota
Me resultan insufribles los curas que pretenden ser curas contra la Iglesia, y algunos incluso contra la propia religión que dicen profesar. Nunca he soportado esa cursilería extrañamente común en esta gente, y su vanidad, tan evidentemente diabólica, pero de muy baja estofa. Tienen soberbia bastante, pero no clase como para ir por la vida de Ángel Caído. Tanto los que salen del armario con alzacuellos para escandalizar al rebaño, como los que confortan a los terroristas (Obispo Setién), como los que predican el estalinismo metafísico, como los que pretenden hacer del catolicismo una religión adaptada a sus insuficiencias, y no al revés. Su alianza posterior con instancias anticatólicas (es la constante, tan previsible, de todos) para causar el mayor daño posible a la Institución que los acogió sin tener la obligación de hacerlo.
Ahora le toca a un tal José Antonio Fernández Martínez, sacerdote murciano casado y con cinco hijos que apoyó otro cierto Movimiento Pro Celibato Opcional que se dice "dentro de la Iglesia" y que consideran el aborto "un problema personal que no puede ser prohibido por ley" (esto significa automáticamente estar fuera de la Iglesia, por propia definición). La Iglesia, a través del Estado Español, no consideró que el cura Fernández fuese ideal para dar clases de religión católica, cuando debería más bien recibirlas. No le renovaron el contrato de profesor. El asunto ya va por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. La prensa, que cree que la Iglesia Católica es el "club del filete" que fundó James Boswell para poder estar con los amigotes, está moviendo indignada el asunto. He visitado la página oficial de ese presunto movimiento "eclesial" (www.moceop.net) en el que se dejaba ver Fernández Martínez. Lo de menos es que la página ataque a los obispos o se exija que en vez de Papa haya Papisa, o, supremo oxímoron, algunos curas se declaren contra el "clericalismo". Lo de más es que se elogie a los ateos. ¿De qué fe estamos hablando entonces, exactamente?
Por supuesto, la única razón por la cual la vieja y sabia Iglesia Católica no ha puesto en su sitio aún a todos los de ese Movimiento es su infinita misericordia, su infinita lentitud y también, quiero creer, su infinita indiferencia o, mejor, desprecio hacia muestras tan indigentes de teología indolora, que no alcanzan ni la categoría de herejía. Que el Movimiento Pro Celibato Opcional, cuyas reuniones el cura Fernández apoyaba con su presencia (¡y con su ejemplo!), se diga dentro de la Iglesia Católica, o dentro de cualquier religión que no se parezca a la congregación de Waco, Texas, es un imposible doctrinal y un imposible metafísico. La Iglesia, al no renovarlo como profesor de Religión, constató que este señor se habia situado, con toda claridad, y en público, fuera de la Iglesia y de la matería que enseñaba, y cerca de un Movimiento que en algún aspecto es indistinguible de lo anticristiano. Ningún movimiento "dentro de la Iglesia" puede, como hace la página oficial de los célibes, aparcar el "no matarás" en nombre del buenismo ante el aborto y del cronómetro, dependiendo de las semanas de gestación, jalear el ateísmo y ser la versión incensada y turiferaria del relativismo líquido. Hay quien no considera el aborto un crimen y, como los del Movimiento Pro Celibato Opcional, lo tiene por un "problema personal", pero siempre fuera de la Iglesia, y sin cobrar como profesor de lo que ataca.
El cura Fernández Martínez (que tal vez no ha sido todavía excomulgado al ser tan insignificante que la Iglesia no ha reparado en él), y si quiere seguir impartiendo su más que dudoso magisterio religioso, sólo le queda fundar una secta que lleve su nombre, como acaba de hacer el padre de la niña Juan José Cortés con su "Iglesia Evangélica Juan José Cortés": qué tal "Iglesia Renovada Fernández Martínez para el Problema Personal". Esperemos que se realice así, y deje la Iglesia Católica para la gente un poco más seria, que después de 2000 años ya no está para prestar la más mínima atención a esta especie de postzapaterismo ultraterreno.
Lo mas irritante de todos estos casos es la cancha que les da la prensa. Y la prensa paleta como la murciana mas que nadie. Voy a poner verde a La Verdad. Los ecologistas se presentan a todas las elecciones y, votación tras votación, son despreciados por el electorado. No obstante, cualquier ocurrencia de esos majaretas tendrá su sitio en un lugar preferente de la portada de La Verdad. En este caso es un cura, un solo cura, que ya no será cura porque está casado, y tenemos que ver su jeta día sí, día tambien en la portada del periódico mas paleto de España. El otro día, en La Verdad, una noticia intrascendente como el choque de un coche con un tranvía, generó unos quince comentarios, 14 de ellos para poner verde al PP, a Cámara y al tranvía. Pareciera como que toda Murcia fuera socialista. Luego llegan las elecciones y..... 8 a 2. ¿En qué piensan en ese periódico?
Hey peabody, haz como yo, dejé hace años de leerlo en el bar (nunca le he comprado), pero no por rojo sino por la progresia de tres al cuarto que le rodea...........
Lo leo, sobre todo, en internet. Soy del Murcia y me gusta saber de él.
Pues yo creo que ese periódico sí es conveniente tenerlo a mano en algunas ocasiones. No siempre disponemos de lo más adecuado para el aseo personal cuando estamos fuera de casa y ahí es útil ese diario. Es esponjoso y absorvente.
Curas como este personaje los ha habido siempre. La Iglesia ha sobrevivido a cosas mucho peores, como la Teología de la Liberación, a la que deberían haber bautizado, con más propiedad, "Teología de la Colectivización Forzosa", en homenaje a Lenin. En los tiempos que corren, la prensa y la opinión pública progresista tienden automáticamente a simpatizar con cualquier clérigo heterodoxo que llame un poco la atención, aunque sea un auténtico majadero. Perdón, me corrijo: especialmente si es un auténtico majadero. No se les ocurre preguntarse qué hace un tipo como este en el seno de la Iglesia Católica. ¿Tal vez sigue ahí porque no tiene otro medio de ganarse la vida? Todo podría ser. En cualquier caso, no se puede comparar a este majadero con aquel sacerdote que oficiaba misas negras en la novela de Huysmans Là-Bas (Allá lejos). Aprovechando que el Sena pasa por París (ciudad donde transcurre la novela), le recomiendo su lectura si no la ha leído ya.
Personalmente me parece genial el celibato del clero. Hay una probabilidad indeterminada de que el fanatismo religioso sea hereditario y si no procrean mejor.
Pues no sabía yo nada del padre Apeles murciano,y no debe ser nada interesante si no ha salido en la noria,la de telecinco digo porque en la de Alcantarilla no hay burros dando vueltas.Claro que ahora que recuerdo hace años que no he visto ninguna de las dos norias.Enfín que no por se curas ya se pueden considerar personas,como bien dice el señor Martínez-Abarca en el Pais Vasco hay curas,afortunádamente pocos, que comprenden y ayudan a los etarras en su labor de amor al prójimo.