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La jubilación de Zapatero, el sobrehumano

Escuchar hablar a Zapatero cansa, pero sobre todo por las magnitudes prácticamente infinitas a las que dice enfrentarse. Como en su último discurso en las Cortes. Zapatero no trabaja con esfuerzos normales, como dirigir bien un país, sino que en cuanto se levanta de la siesta se las ve con conspiraciones intercontinentales de especuladores, heroicos rescates históricos del entero género "mujer", que Zapatero lleva él solito a cuestas sobre sus canillas de zancuda migratoria, estrecho diálogo con los muertos de la Guerra Civil (ya lo decía aquella peli de zombies, "cuando los muertos no quepan en el Infierno, caminarán sobre la Tierra": en efecto, hay al menos uno, que sepamos, que camina por los jardines de Moncloa) o salvíficas responsabilidades sobre la humanidad toda ("España vive las mayores cotas de libertad que haya conocido nunca el ser humano", según le ha confiado, se conoce, el propio ser humano). Es curioso que quien siente que alarga la mano y cambia el curso de los astros haya sentido toda su vida como ímprobo el sencillo trámite de salir a la calle a buscar algún trabajo. Zapatero no ha tenido que ganarse la vida ni con el sudor del de enfrente, que decía El Perich. Se va a jubilar opíparamente a los 51 con sueldo de ex banquero por habernos dado durante siete años una lección magistral sobre cómo abreviar el acto de la Creación Universal de siete días a siete minutos, en el rato que le dejan las niñas.
 
Zapatero se ha acostado las más noches agotado de contarnos de que, el día menos pensado, se pondría a currelar en serio en esto de la realidad, y entonces nos íbamos a enterar. Lleva avisando de que una mañana cambiaría todo lo que está mal en el mundo (para ponerse él, que es lo que está bien) desde que dejó la Facultad/Chiringuito de León. Pero, tras treinta años que no son nada, se le ha echado el tiempo encima y justo cuando iba a abrir un nuevo sendero de baldosas amarillas para que lo recorríeramos hacia un mundo de fantasía, ya tiene que jubilarse. Si es que la vida es muy corta y al mundo vienen nada más que dos que sean listos. Es lo que tienen estos esfuerzos conceptuales y fuera de las capacidades de una sola vida humana: que cuando hay que ponerse a hacer algo ya toca descansar. Pero su legado es inconmensurable. Ha dejado a la mujer en la mejor posición que vieron los siglos, ha reconocido la autoridad planetaria del viento, ha apuntalado los cimientos de la nueva era, ha puesto al sol de la Historia mirando para León y ahora sólo falta hacer algo para que este insignificante país no se hunda en la miseria. Pero las cosas menores nos las deja a los españoles, que estamos con la golosinería de querer comer todos los días sin dar importancia a las cosas que de verdad la merecen.
 
Zapatero se jubila en la flor de su infancia con más de dos "kilos" de pensión al mes para dedicarse, en realidad, a lo mismo que ha hecho hasta ahora: tumbarse sobre la vieja cama de las niñas, ahora que van abandonando el hogar, para mirar al techo mientras piensa que de mayor quiere ser astronauta.  

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comentarios
1 clavius, día

Parece mentira, Jose Antonio, ¡con los desvelos que le hemos causado a zp, noches de insomnio y omeprazoles con fantas de limón! http://elblogdekufisto.blogspot.com/2010/05/alicio-ya-no-vive-aqui.html Aunque peor está el bueno de DIO (y Doro ya no es la que fue, Jose, tó se cae...) http://elblogdekufisto.blogspot.com/2011/07/orgullo-de-barman.html Saludos

2 DasBoot, día

Sueño con el momento en el que este mendrugo pase a criar malvas, pero él no es el problema. El problema son los 11 Millones de personas que lo han reelegido.

3 AnkHor, día

La pena es, don José Antonio, que realmente no hubiera sido astronauta y se hubiese dedicado a sus quehaceres planetarios sin destrozar a todo un país condenando a toda una generación a tener que vivir peor que las anteriores. Pero es lo que tiene esta maldita partitocracia que padecemos, que en cualquier momento, cualquier partido puede encumbrar a cualquier insensato, inmaduro e inmoral, al más alto puesto del Poder y mantener el embuste el tiempo suficiente para saquear las arcas del estado antes de que se derrumbe. Decía el "dotor" Pepiño el otro día, que Zapatero será recordado en la Historia "por haber salvado el euro" (que ya tiene bemoles éste también). Manda webs -que diría Trillo- que toda su obsesión por pasar a la Historia como el adalid de la ideología de género, forjador de la paz planetaria, justiciero de los carniceros de la Guerra Civil y que además aspira al Nobel de la Paz por haber logrado el fin de la no menos carnicera banda de la ETA, se tuviese que conformar en los libros como mero rescatador de la moneda europea, cuando todo el mundo sabe que no se ha ido al garete de milagro y precisamente por culpa suya y de otros gamberros como él que dieron nombre a los PIGS. Por lo que va a ser recordado y estudiado en todas las universidades del mundo, es por haberse cargado a la 8ª potencia económica mundial en tiempo récord. Ni adrede se puede hacer tanto daño a un país en tan poco tiempo. Lo único bueno de todo ello, es que también ha acabado con un partido político centenario que llegó amenazando de muerte, que llenó de cadáveres el suelo hispano y que se despide con muchos otros sobre los que aún seguimos esperando explicaciones a su muerte y castigo a los asesinos.

4 obambi, día

Tiene mucha razón D.DasBoot en que el no es el mayor problema.Aunque yo nunca le desearé que pase a criar malvas a nadie ,y menos a zetapé,que debe ver con sus ojitos lo que ha hecho con Expaña,porque va a costar más trabajo recuperar la Expaña que el deja que la que dejó su excelencia el generalísimo en Abril del 39.Con la leve diferencia que en el caso de su excelencia el mismo se encargó de recuperar lo que destruyó, y en el caso de nuestra excelencia electoral hay que apartarlo antes de que todo sea irrecuperable.