El director de informativos y presentador Pedro Piqueras encabeza una tremenda noticia en su telediario del mediodía, que eclipsa a todas las demás: "por si alguno de ustedes tenía alguna duda", nos mira, poniendo la expresión desafiante y satisfecha, aunque todavía alarmada, del que ha sufrido mucho por si no se cumplía lo que él mismo y otros bustos parlantes como él (de hecho, prácticamente todos los demás) auguraron, pero que al final ha logrado alzarse con la victoria, "por si alguno de ustedes tenía alguna duda de que las temperaturas este verano...", empieza con emoción y suspense. Y contacta en directo con Sevilla, donde una guapa señorita con su alcachofa pone esa típica voz de las meritorias ante las grandes catástrofes (no es para menos con el impresionante documento que tienen entre manos), anunciando que en esa ciudad se van a alcanzar probablemente cerca de cuarenta grados centígrados de temperatura mañana, quizás incluso hoy. ¡Zas, el cambio climático, en definitiva "la fin", que cuando ya desconfiábamos por saber que es una estafa masiva llega y nos da en todo el papo!
"Por si alguno de ustedes tenía alguna duda..." Ya nos vio Pedro Piqueras que teníamos alguna duda. ¡En lo que no esté un locutor de consignas por nuestro bien, en una cadena, tele 5, donde la auténtica basura está en los programas serios! Pensábamos los escépticos del calentamiento global, esa "gran idea" -que dijo aquél del PP-, que este veranito en Sevilla, como suele ser habitual, iba a a dormirse la siesta con riguroso edredón nórdico y el acceso por el puente de Triana tendría que ser abierto previamente por un quitanieves, recomendándose el uso de cadenas. Porque como todo el mundo sabe, que en Sevilla se alcancen en verano temperaturas de casi cuarenta grados (en cambio, en Murcia son propias de abril: veintitantos grados mientras escribo) es un notición que no habían visto ni los más viejos del lugar. Pero el cambio climático, que no descansa, está provocando que la gente cada vez esté más sensibilizada con el apocalíptico problema, bloqueando la centralita del telediario de Piqueras al comprobar angustiada, a punto de echarse a las iglesias a implorar el perdón divino, que a la sombra sevillana de este día de finales de Junio incluso apetecía una cañita fresca. Porque en Sevilla tienen fresca en la mente aquella profecía de Zapatero, enunciada en Montevideo hace cuatro años: "el cambio climático produce más muertes que el terrorismo".
Porque está claro que el termómetro tiene ideología. Hasta llegar a los casi cuarenta inusitados grados que se iban a alcanzar mañana o incluso hoy en Sevilla, la única vez anterior que se recuerde (que los creadores del discurso de valores dominante quieran recordar) que había hecho calor en verano y en alguna parte de España fue cuando Aznar abrió la campaña electoral en mayo del 96, la de su ascenso al poder. Aquella fecha, en la plaza de toros de Murcia hacían 40 grados enteritos a las nueve y media de la noche. En el 96 nadie había oído hablar de la "gran idea". Aznar, quién si no, inventó entonces con sus acreditadas malas artes el calentamiento global que ahora anda estragando a una atemorizada Sevilla, esa zona catastrófica. "Por si alguno de ustedes tenía alguna duda..."